viernes, 31 de mayo de 2013

La lista militar


Elaborado por:
Teniente Coronel
Edgar Alejandro Lugo Pereira.
Especialista en Historia Militar.

Este articulo de investigación histórica esta centrado en el infame Decreto del 23 de enero de 1832, donde se ordenaba la expulsión de los oficiales que se consideraban traidores a la patria por haber apoyado o se sospechaba el apoyo o simpatía al General Rafael Urdaneta, quien había ejercido la presidencia de la Gran Colombia desde el 5 de septiembre de 1830, hasta el 30 de abril de 1831, con el fin supremo de salvar la unión Gran Colombina, ante la renuncia del Libertador y su salida para Santa Marta.

El General Urdaneta nombró un gabinete ministerial y proclamó la dictadura de Bolívar. Al fallecer El Libertador; en la Nueva Granada se extendió un movimiento de reacción cívico-militar. Rafael Urdaneta y Domingo Caicedo se entrevistaron cerca de Tacaima, donde firmaron “…El Convenio de Juntas de Apulo …” El General Urdaneta presentó renuncia de su cargo ante el Consejo de Estado y se buscó la conciliación para lograr la paz para Colombia. Entregó el mando el 2 de mayo de 1831, dejando establecido el orden constitucional y convocado al Congreso en Villa de Leiva.

“El General Obando, ministro de Guerra y encargado del poder ejecutivo, obteniendo de los exaltados de la Convención Nacional su apoyo, consigue que se expidiera una ley reservada que autorizaba al ejecutivo para borrar del escalafón militar a mas de 200 militares que hubieran tenido parte en el gobierno del General Urdaneta, extensivo también a los civiles que hayan tenido puestos elevados y hayan ayudado al sostenimiento del gobierno anterior y sin observar que este decreto era de carácter reservado, ignorando esto, sanciono y publico” .

Sin embargo este decreto en Gaceta como tal no aparece, ya que verificando las gacetas de La Nueva Granada de ese periodo, aparece una con fecha del 22 de enero de 1832, identificada con el numero 7, la siguiente del 26 de enero de 1832 identificada con el numero 8, y la del 29 de enero de 1832, identificada con el numero 9. Estos documentos en su mayoría tratan sobre la indisciplina de las tropas, el consumo entre ellas de bebidas alcohólicas en exceso, y los castigos que eran muy débiles al sancionar a los que incurrían en estas faltas, mencionaban también, las deserciones que para ese momento se consideraban muy altas y las medidas que se implementarían para corregirlas.

…“El primer problema de todos los que había que afrontar por los responsables de la cartera de guerra, era el de la deserción. En 1826 se reportaron 636; en 1831 ascendió a 1450 desertores. Entre las principales causas, según el Ministerio de Guerra, contamos con el suave castigo propinado a los soldados, consistente en la prisión y condena a obras públicas”…

Este decreto era de carácter reservado, (entiéndase secreto), por lo que no debía ser publicado en Gaceta Oficial. Pero el General Obando por el odio profundo que le tenía a todo lo que estuviera relacionado con la figura de Bolívar lo público. Iniciándose con esto una cacería de brujas por todo el territorio neogranadino, obligando a muchos a exiliarse en las islas del Caribe.

Santander, al asumir la presidencia en 1832, inicio una política agresiva contra los militares adeptos a la causa de Bolívar, ordenándole al General Obando, que se les persiguiese por conspiradores. Se presume que la lista militar, como era conocida en ese entonces, fuera elaborada y sancionada por la Convención Nacional el 29 de noviembre de 1831 a petición de Obando, quien fue el autor material e intelectual del asesinato de "El Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre", ordenado por el traidor Francisco de Paula Santander.

jueves, 30 de mayo de 2013

Simón Bolívar. Inicio de su carrera militar


Escrito por:

Teniente Coronel
Edgar  Alejandro  Lugo  Pereira.
Especialista en Historia Militar.

Artículo publicado en la revista "Air and Space Power",  órgano divulgativo del pensamiento de la Fuerza Aérea estadounidense, 2do  trimestre de 2012.
ES DIFÍCIL ENMARCAR al Libertador Simón Bolívar con una identidad militar convencional, dada la magnitud de su obra, primero como ser humano y luego por su alcance ideológico universal. Sin embargo, volviendo a sus raíces, a su génesis, podemos visualizar la transformación del niño Simón a adolescente, en una época donde a temprana edad, el sistema de clases impuesto por la corona española en sus dominios de ultramar, exigía de manera ineludible, heredar las responsabilidades propias de las familias con abolengo a los hijos, para dar continuidad y garantizar la estabilidad y permanencia en las actividades productivas que marcaron, las relaciones sociales, políticas y comerciales entre la Capitanía General de Venezuela y el Reino de España para la época.


Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios, nació en Caracas, el 24 de julio de 1783, su sociedad colonial estaba profundamente dividida en una odiosa y recalcitrante clasificación, siendo la mantuana o criolla, (españoles nacidos en España y sus descendientes nacidos en América terratenientes en su mayoría) amos del poder, completando la organización social con los estratos más bajos integrados por los pardos, indios y esclavos.

Juan Vicente Bolívar y Ponte, y María de la Concepción Palacios y Blanco, fueron los padres del niño Simón, ellos pertenecían a la clase más alta. Él era el menor de cuatro hermanos y muy pronto se convertiría junto a ellos, en heredero de una gran fortuna. Bolívar quedó huérfano de padre cuando tenía 3 años, y definitivamente a los 9 años de edad cuando falleció su madre, pasando al cuidado de su abuelo materno y posteriormente a su tío Carlos Palacios; quien velaría por la educación del muchacho. Entre los valles de Aragua y la ciudad de Caracas al norte de la Capitanía General, discurrió la infancia y parte de su adolescencia. Combinaba sus estudios en la escuela de primeras letras de la ciudad de Caracas, con visitas a la hacienda de la familia ubicada en los valles de Aragua.

Dada las razones antes expuestas; Simón, inicia su vida militar el 14 de enero de 1797, ingresando al Batallón de Milicias de Blancos Voluntarios de los Valles de Aragua. “El cadete Don Simón de Bolívar, su edad 14 años, su país Caracas, su calidad ilustre, su salud buena, sus servicios y circunstancias los que se expresan” 1. Según documentos que reposan en el Archivo General de Simancas, se describe cuantitativa y cualitativamente las características del joven Simón como alumno desde su ingreso hasta finales de diciembre de ese año.

Allí Simón transcurría su tiempo, aprendiendo las letras, matemáticas, dibujo topográfico, física, filosofía y las destrezas militares conocidas (Esgrima, equitación y uso de las armas de fuego convencionales, con la finalidad de formar militarmente al futuro hombre de armas que estaría al servicio de su Majestad el Rey Carlos IV. El 04 de julio de 1798, como se estipulaba para la época la designación de cargos en el orden militar, y según despacho real firmado por el Rey de España, se le confiere al cadete Simón el grado de Subteniente de la Sexta Compañía del Batallón de Milicias de Infantería de Blancos de los Valles de Aragua “Por cuanto he nombrado subteniente de la Sexta Compañía del Batallón de Milicias de infantería de Blancos de los Valles de Aragua a don Simón de Bolívar, cadete de dicho cuerpo”.

No es hasta el 26 de noviembre de 1798, que este despacho fue registrado en la ciudad de Caracas, debido al largo viaje que le tocaba hacer tanto a pasajeros como a sus bienes y comunicaciones, al navegar el Océano Atlántico desde España a la Capitanía General de Venezuela, sometiéndose a grandes riesgos ocasionados por la naturaleza, así como también por los constantes ataques y abordajes propinados por piratas, corsarios y filibusteros, que saqueaban estos navíos, por lo que era obligante viajar en convoyes para protegerse de estas amenazas a la navegación.

Una vez llegado el despacho firmado por el Rey de España a Caracas, le correspondió al Capitán General de la Provincia de Caracas, dar la orden para que el cadete Simón Bolívar, tomara posesión de su grado militar y a su vez se le participaría a la Contaduría Principal sobre esta dis­posición “Se le asistirá con el sueldo que a los demás subtenientes de Infantería de las tropas regladas, en consecuencia de lo que tengo resuelto”.

Durante 11 años, 11 meses y 17 días, Simón Bolívar, sirvió bajo las ordenes del Batallón de Milicias de Infantería de Blancos de los Valles de Aragua, donde alcanzaría el 16 de diciembre de 1802, el grado de Teniente, según su hoja de servicio donde solo establece que ha servido exclusivamente en ese Batallón. “Regimiento donde ha servido: En este Batallón” 4. Además en la misma se deja asentado, que para la fecha el Teniente Bolívar no había participado en campañas y acciones de guerra, pero que su valor se suponía, dándole su visto bueno José Oliva y el Marqués del Toro firmantes de la hoja de servicio.

Simón Bolívar fallecería en Santa Marta, Colombia, el 17 de diciembre de 1830. De este héroe excepcional, se han escrito cantidades de biografías, ensayos y recuentos históricos, que lo en­marcan entre la leyenda, el mito y la realidad. Haber producido una figura histórica de tan extraordinaria dimensión, que luchó con denodado empeño, por nobles y generosos ideales de proyección colectiva como fueron: acabar con el colonialismo humillante en los ámbitos de Amé­rica, crear patrias soberanas en sus latitudes y moldear como alfarero repúblicas democráticas a lo largo del continente, es timbre de honor y de orgullo justificado para la República Bolivariana de Venezuela.

Cabe destacar la profundidad de esta información, ya que nos acerca y nos familiariza con ese Simón juvenil del cual se conoce muy poco y que nos hace imaginar desde sus orígenes, la personalidad real y carismática de un líder que su medida es solo comparable con su alcance universal. Su actitud en ese crisol de formación militar como lo fue el Batallón de Milicias de Infantería, nos muestra como moldearía su carácter, fuerza y temperamento que tiempo después lo llevaría a convertirse en el líder de la gesta emancipadora de América, teniendo en “El Libertador”, la más alta cumbre de su patrimonio histórico y la más estimulante y orientadora fuente de inspiración para la forja de los caminos de libertad y de la integración en paz, de los pueblos americanos. q

Fuentes Bibliográficas.

Bolívar, Documentario de la Libertad, Tomo I, Ediciones de la Presidencia de la República, Caracas, 1983.

Lecuna, Vicente. Catálogo de Errores y Calumnias en la Historia de Bolívar, Tomo I, New York, N.Y.
The Colonial Press Inc. 1956.

Boletín de la Academia Nacional de Historia”. Nº 52. S/f.

Notas

1. “Boletín de la Academia Nacional de Historia”. Nº 52. P.473.

2. Lecuna Vicente, Catalogo de Errores y Calumnias en la Historia de Bolívar. Tomo I, pp. 73-74.

3. Lecuna Vicente. Catalogo de Errores y Calumnias en la Historia de Bolívar. Tomo I, pp. 73-74.

4. Archivo General de la Nación. Tomo II, folio 136.


El Tcnel (Ejército de Venezuela) Edgar Alejandro Lugo Pereira, en honrosa situación de retiro, fue un Oficial del Arma de Infantería, Licenciado en Ciencias y Artes Militares.  Ex jefe del Departamento de Investigaciones Históricas y Se­miológicas del Ejercito Bolivariano. Actualmente se desempeña como oficial docente invitado en las cátedras de Historia Republicana, Historia Universal, Geopolítica, Relaciones Internacionales y Operaciones Psicológicas. Ha alcanzado más de 4000 horas de instrucción certificadas en las escuelas de capacitación de Artillería, Blindados, Infantería, Logística, AMV y como docente invitado en la Universidad Experimental de la Fuerza Armada (UNEFA). Es Oficial de Estado Mayor Conjunto y Especialista en Historia Militar. Como investigador, su ámbito abarca el estudio de la Guerra Emancipadora de su país y de la Historia de América Contemporánea

ANÁLISIS DEL LIBRO.

 “BOLÍVAR CONDUCTOR DE TROPAS”

ESCRITO POR EL GENERAL EN JEFE ELEAZAR LÓPEZ CONTRERAS


Artículo escrito por:
Teniente Coronel Edgar Alejandro Lugo Pereira

Especialista en Historia Militar
IAESEN, mayo,2013 

INTRODUCCIÓN:

 
Resulta necesario y trascendente, revisar el corolario de insignes venezolanos cuya labor investigativa, educacional, histórica y filosófica han contribuido con su conocimiento a construir de una manera u otra, la memoria colectiva destacando en perspectiva, el aporte venezolanista a la creación del imaginario militar venezolano, convirtiéndonos en referencia de ese sentimiento de integración latinoamericana en aras de consolidar un pensamiento autóctono meridional, para invertirlo directamente en la creación de un muro de contención en contra de sistemas ideológicos que persiguen imponer doctrinas muy alejadas del sentimiento soberano de patria y libertad.

A lo largo del proceso de conformación histórico como  Estado - Nación, hemos dejado nuestra sangre y huesos por toda la América meridional, de una ideología que es reconocida hoy en día como el germen del concepto abstracto de libertad; pero bajo mi observación, han sido usurpado por  otros  pueblos, abrogándose de inmediato su autoría; y desconociendo el aporte que nuestros hombres y mujeres han legado a la posteridad.

En este contexto el presente ensayo tiene como propósito fundamental estudiar el pensamiento estratégico militar plasmado en la obra “Bolívar conductor de tropas” y su influencia en la historia militar venezolana. La referida obra fue editada por el Ministerio de la Defensa en 1971, donde el autor utilizó la metodología y los supuestos teóricos de la escuela positivista, examinando el pensamiento del Padre de la Patria, para concluir en la justificación del comandante como conductor de tropas, al considerarlo como un corolario natural de la evolución del ser y el deber ser de un comandante venezolano. De gran difusión para su época, se constituyó como uno de los textos más importantes del pensamiento militar venezolano y actualmente, no ha perdido su vigencia.


ANÁLISIS:

            Por lo antes descrito, es necesario hacer una revisión historiográfica sobre este libro de importancia nacional ya que es un reflejo de ejemplo y educación, basándose en la utilización de la ejemplificación histórica, para enseñar el arte de la conducción de los cuadros militares bajo el don de mando y conducir los destinos de los hombres en el ejercicio de la guerra y la paz, y en un marco más cerrado, como utilizar a los elementos de combate en el campo de batalla.

 
“…Efectivamente, las campañas bolivarianas constituyen la mejor escuela de guerra y de patriotismo para los hijos de las seis Repúblicas fundadas por Bolívar, que se desarrollan al amparo de su nombre, de su gloria y de sus doctrinas internacionalistas[1]…”

 
López Contreras nos hace a comprender a través de su visión como militar, y fundamentándose en las campañas desarrolladas por Bolívar, como debe apreciar un comandante el desarrollo de las acciones militares, cumpliendo con premisas fundamentadas en los principios de la guerra (maniobra, masa, sorpresa, economía de esfuerzo, simplicidad, unidad de mando entre otras) para ayudarnos a la comprensión adecuada usando un modelo histórico, de la importancia del don de mando y las responsabilidades colaterales que sumergen a quien manda, en una cantidad de acciones de razonamiento lógico y deductivo que permitirán al comandante  desenvolverse con éxito en los teatros de la guerra.

 
“…Influencia personal del Libertador; características de los pueblos; recursos, medios combativos y terreno utilizados; método de organización y procedimientos estratégicos y tácticos peculiares; así como lo relativo a factores morales que estimularon las decisiones del mando[2]…”

 
Es importante profundizar en esta lectura, la cual nos sumerge de inmediato en las acciones militares y con vivos ejemplos muy acordes con la época en que fue escrito, nos muestra el proceso de planificación general aplicado a las campañas desarrolladas por “El Libertador”, palabras como: situación general, operaciones iniciales, intenciones, apreciaciones, consideraciones entre otras, nos acerca más al vocabulario táctico militar (VOCATAC) y razonar con una perspectiva más clara, los eventos históricos allí narrados y de esa forma, guiar al lector a manejar de manera empírica los eventos que dieron forma y color a una nación que hoy en día se ha convertido nuevamente en adalid de la libertad, igualdad y fraternidad de los pueblos de América y porque no decirlo del mundo.

 
“…Audaz y aun temerario en la ofensiva, Bolívar se destaca admirable por su tenacidad en la defensiva, y aun vencido, su crédito y su fe en la causa que ha abrazado le sostienen y dan nuevos alientos en la derrota y en la desgracia[3]…”

 
CONCLUSIONES:

            Con el ánimo de comprender el pensamiento, la razón, la acción y la motivación  de una sociedad venezolana vista desde sus más profundos perfiles, sus temores y sus sentimientos para trascender en el camino de su evolución, López Contreras, pudo acceder a las llaves del conocimiento militar gracias a sus vivencias en combate, ya que formo parte del grupo de los sesenta, que iniciaron junto con el General Cipriano Castro, la marcha desde Cúcuta hasta Caracas, en 1898, reeditando el éxito arrollador que el General Bolívar planificara y condujera magistralmente durante la “Campaña Admirable” desarrollada en 1813, lo que se conocería posteriormente como la “Revolución Restauradora”. Tiempo después con años de experiencia y gracias a su acción educadora en las unidades militares, fusiono su conocimiento con la historia emancipadora de Venezuela, legándonos para las generaciones futuras, un libro de consulta obligada destinado a fortalecer el bagaje cultural de todos los hombres y mujeres profesionales de las armas y herederos de las glorias de los libertadores, que pretendan convertirse en verdaderos “CONDUCTORES DE TROPAS”.  



[1] López, Eleazar. Bolívar conductor de tropas. Ediciones de la Presidencia de la República
Caracas - Venezuela, pág. 11, 2005
 
[2] López, Eleazar. Bolívar conductor de tropas. Ediciones de la Presidencia de la República
Caracas - Venezuela, pág. 11, 2005
 
[3] López, Eleazar. Bolívar conductor de tropas. Ediciones de la Presidencia de la República
Caracas - Venezuela, pág. 68, 2005
 

martes, 7 de mayo de 2013

Conceptos fundamentales de la investigación histórica



Este blog no persigue convertirse en un foro de intolerancia académica, al contrario, busca estimular el compromiso del lector con la investigación histórica a través de sus propias contribuciones discursivas, aportando sus ideas por medio de la publicación de sus respetables y muy preciados comentarios... Ante todo mis respetos y mil gracias.

Los siguientes conceptos son fundamentales para la comprensión de elementos propios de la investigación histórica los cuales facilitarán el manejo de la información que nos acercara a la verdad desde el punto de vista de la sociedad y su entorno: 

Historia:
Es la ilación  de los cuentos populares que se convierten en costumbres para transformarse en tradiciones, que luego se convierten en normas aceptadas por la comunidad, armando el tejido social que posteriormente se convertirá en los hechos históricos que trascenderán en el tiempo.


Militar: Hombre y mujer que hacen formal juramento ante el altar de la Patria, ofrendando y comprometiendo su vida, sin esperar ninguna clase de reconocimiento, siendo su fin ultimo: garantizar la paz de la república.

Venezuela: Etimológicamente la palabra "Bene" (hijos) - "Zulia" (tierra),  significa: hijos de esta tierra. Presumiblemente corresponde su origen a antiguos dialectos nativos de la cuenca del Lago de Maracaibo. Lamentablemente la hispanidad forzó la palabra escrita con "b"  labial, transformándola en "v" labidental, cambiando su significado y su sentido para siempre.

Guerra: La fractura de la conciencia,  la perdida de la tolerancia y el triunfo de la irracionalidad, de los medios violentos.