martes, 29 de julio de 2014

EXTRAORDINARIA PELICULA

Escrito por:
Teniente Coronel Edgar Alejandro Lugo Pereira
M. Sc. en Historia Militar
IAESEN

El Libertador

No soy crítico del Séptimo Arte, ni mucho menos pretendo establecer parámetros de comparación sobre este tema en particular. Sin embargo en estos días fui a ver esta extraordinaria producción y me di cuenta primeramente que, con un excelente financiamiento y un buen guionista, se pueden mostrar historias audiovisuales que en su concepción, son bastantes complejas de entender, más aún, si no se tiene una buena base educacional en lo que respecta al desenvolvimiento de la trama por parte de los espectadores.

Esta súper producción, entiéndase, representa para el cine venezolano un hito histórico que marca un antes y un después, la trama absolutamente bien interpretada desde el punto de vista del guionista, nos permite comprender que hizo una verdadera investigación sobre los contenidos históricos allí representados, haciendo un pasaje muy aproximado de la vida de un hombre que por la magnitud de la obra legada a la posteridad, dificulta su interpretación, el enfoque cinematográfico se convierte en sí mismo una pesadilla de producción, cuando la historia no permite en sí su entendimiento. Hay que tener en cuenta la capacidad de síntesis para organizar el desarrollo de la trama, sin agotar la paciencia del público que paga el ticket para ver algo que en la mayoría de las veces solo escucharon en las clases de primaria y el bachillerato, sintiendo su identidad histórica tanto o más lejana que su propia transculturización.

Mientras disfrutaba mi encuentro con El Libertador, escuchaba las consabidas preguntas, ¿Quién es Monteverde? ¿Eso pasó de verdad?, hasta llegue a escuchar ¡Pana que arrecho se parece a 300!

Definitivamente mis estimados lectores ¿Esto es preocupante?

En relación a la película puedo decirles definitivamente ¡No tiene desperdicio! Se puede aprender un poco de Bolívar simplemente observándola, y si se es más acucioso, aprender elementos básicos de la historia patria enfrentando algunas lecturas de bolsillo, simplemente hay que atreverse y nada más.

Las transiciones visuales de los contenidos allí mostrados, están maravillosamente logradas. Fue bastante arriesgado pero les funciono muy bien, representar las cuatro épocas de Simón Bolívar: el niño, el joven, el esposo y el comandante. El detalle un poco incómodo para digerir, fueron los últimos 10 minutos. El guionista no logro la transición final que fue sin duda, el ocaso del héroe, pero todo fue tan maravillosamente editado, que se le permite la licencia creativa al director de esta extraordinaria obra fílmica.

Gracias a Dios, se fracturó el molde de la producción de películas venezolanas, que hoy en día solo están basadas en contenidos chabacanos, falta de sentido venezolanista, con un mal sentido de originalidad, guiones sin sentido, tramas oscuras. Bodrios definitivamente innombrables y dinero desperdiciado.

Enhorabuena Alberto Arvelo. Mis felicitaciones.

 

   

domingo, 27 de julio de 2014

Respuesta a Valentina

¿Bolívar nació en Capaya?

Respuesta a Valentina

Totalmente falso, te explico brevemente... Hay que tomar en cuenta primeramente las distancias que existen entre Capaya y Caracas, hoy en día en condiciones normales de rodamiento son como 45 minutos y en temporada alta pueden hacerse hasta 2 horas o más. Ahora imagínate hace 223 años. Si Simón, hubiera nacido en Capaya el 24 de julio, jamás habría llegado a la Catedral de Caracas el 28 de julio de 1783, fecha en que aparece registrado en el libro bautismal de ese templo católico. (este libro pertenece a la colección de la Casa Natal de El Libertador). En ese entonces no existían caminos adecuados, mas bien eran trochas que en muchas veces podían pasar apenas un caballo o mula a la vez, y las condiciones meteorológicas, el calor, la humedad y las enfermedades endémicas sobre todo el paludismo habrían ocasionado un desgaste inapropiado a la madre y su hijo, es mas. Que dama mantuana respetable de la época, se desplazaría a las posesiones de campo de su esposo y que esposo permitiría eso. Las damas estaban prácticamente confinadas a las grandes casonas principales, donde atendían los deberes del hogar, controlaban a la servidumbre y cuidaban de su descendencia.

sábado, 26 de julio de 2014

Carta del Profesor Jorge Portilla al Teniente Coronel Edgar Lugo. Primeras reflexiones sobre la paz


Carta del Profesor Jorge Portilla al Teniente Coronel Edgar Lugo

Primeras reflexiones sobre la paz

 

Si vis pacem, para bellum

Flavius Vegetius Renatus, siglo IV.[1]

Der Krieg ist eine bloße Fortsetzung der Politik mit anderen Mitteln.

Carl Philipp Gottfried von Clausewitz (1780 1831).

Mientras la condición normal de las cosas suele ser existir en un estado perturbado, se entiende por paz la propiedad de un estado de cosas tal que sufra un grado de perturbación inferior a un umbral establecido. Y esta paz es reputada buena porque excesivas perturbaciones pueden acabar con muchísimos proyectos de vida o con la vida misma. Una de las perturbaciones más persistentes, a nivel social y personal, es el conflicto, en el cual, una o más partes reclaman algo poseído o reclamado también por otra u otras partes.
 
En teoría, parecería que la resolución o minimización de los conflictos contribuiría a la formación del estado de paz. Pero, un modo tradicional de eliminar algunos conflictos es mediante alguna aplicación de la violencia (que a veces sea institucionalizada no quita necesariamente sus efectos o consecuencias indeseables). Una de esas aplicaciones de violencia, muchas veces institucionalizada, es la guerra. Desde una perspectiva neutral, la guerra puede apreciarse como una expresión de la incapacidad del ser humano para vivir racionalmente en sociedad; para resolver o aliviar problemas y conflictos mit anderen Mitteln diversos de la violencia.
Toda guerra es, en cierto modo, pírrica: aún los triunfadores pagan un precio elevado, por mínimo que sea, en dolor, muerte y proyectos de vida destruidos. Dedicar la victoria a los caídos no cambia mucho su existencia truncada y el vacío de su ausencia. Gritar que no murieron en vano es injusto para los que cayeron del lado enemigo, aunque no nos importen. Luego, según un sencillo razonamiento, minimizar conflictos parecería un modo certero de aumentar el estado de paz. Más aún, podríamos definir una paz concreta y razonable como aquel estado de una sociedad que resuelve los conflictos con el uso mínimo o nulo de la violencia.
Una derivación aparente de este modo de pensar sería reducir al mínimo los implementos para la guerra, sean ejércitos o armamentos o ambos.
Pero sería ingenuo supones que una desmovilización o un desarme masivo producirían automáticamente una situación de paz – de hecho, podrían generar un efecto contrario al facilitar la rapiña. Se requiere un proceso inteligente y complejo para evitar que otras partes aprovechen la guardia baja que se estaría ofreciendo. Teóricamente es posible pensar en una red de acuerdos entre naciones, pero los mismos, simbólicos al fin, como el dinero, deberán poseer algún respaldo real, el cual implica, de algún modo, por lo menos la disponibilidad de la fuerza.
Tampoco los acuerdos son totalmente efectivos para la que Thomas Hobbes (1588 1679) consideraba la peor de las guerras: la civil. Para evitarla propuso en Leviathan la idea del soberano absoluto, concepto que hoy en día resulta inaceptable. Luego están los intereses de la industria de la guerra. Y no se habla aquí, necesariamente, de mercaderes de armamentos, “perros de guerra”[2] o mercenarios, sino que las economías bélicas suelen ser muy fructíferas, sin contar con la triste realidad, del aumento del conocimiento que puede generar un status belli.
En síntesis, la silueta de la paz se dibuja sobre un fondo de conflicto y, dentro de éste, el de la guerra. Complejo sistema donde el elemento regulador puede ser un amplificador de desequilibrios. Y es que la guerra y la paz, o la paz y la guerra, se constituyen mutuamente.
Más que prepararse para la guerra – como quería Vegesio – debe trabajarse para reducir los conflictos o las condiciones propicias para éstos.
Al lado de una educación ciudadana para la paz, junto al llamado a la conciencia individual imprescindible que ella implica, deben procurarse soluciones objetivas a las potencialidades conflictivas. Por ejemplo:
·         Espacios geopolíticos en reclamación.
·         Crecimiento demográfico (Malthus).
·         Inmigración (legal e ilegal; aspectos económicos).
·         Pobre oferta laboral. Influencia de la tecnología. Tecnología y desarrollo, y tecnología y subdesarrollo.
·         Carrera armamentista.
·         Pobreza extrema, incluyendo hambre y sed (Ruanda).
·         Crisis financieras (actuales y anteriores).
·         Delincuencia organizada o no.
·         Injusticia. No separación de poderes.
·         Desigualdad.
·         Tiranías y pseudo-democracias.
·         Populismos. Lo comunitario y lo social. El divisionismo.
·         Fanatismos ideológicos o religiosos.
·         Terrorismo. Terrorismo de Estado.
Nótese, de paso, que muchas de estas potencialidades se ejercen bajo supuestas causas genuinas o sencillamente nobles (terrorismo como lucha de liberación, por ejemplo).           
Una conferencia sobre la paz debería contemplar éstos y muchos otros factores que causan conflictos, los cuales, a su vez, pueden gatillar guerras.
El objetivo de estas líneas es ayudar a delinear temas y expositores más concretos.
Un programa, pensado “en voz alta”, con base en las reflexiones expuestas, podría ser algo así:
La guerra. La violencia como medio de solucionar problemas. El temor (Sun Tsu).
Lo militar como especialización del trabajo. El cambio histórico de su relevancia política, de sus visiones y de sus características operativas.
Generaciones de las guerras. 
Argumentos para la guerra (defensa, patria, religión, honor). Condiciones materiales de las guerras. Desencadenantes. Atractores.
Beneficios y penurias de la guerra.
Tipos de conflicto con potencial desencadenante. Escaladas.
Áreas de conflicto en el mundo.
La paz. Soluciones posibles, métodos posibles, éticas posibles.
 
 
 
 
 
 


1.         Igitur qui desiderat pacem, præparet bellum (Epitoma rei militaris, libro III, prefacio).
2.         William Shakespeare (1599), Julius Caesar, Acto III, escena 1, linea 270: “Grita, ‘Saqueo’, y deja que se suelten los perros de guerra (Cry, ‘Havoc!’, and let slip the dogs of war).”

APRECIACIONES DE GERARDO GARCIA


Saludos Eduardo, te transcribo unas ideas redactadas por el Teniente Coronel Edgar Lugo, él debe estar próximo a regresar a Venezuela.

 
Las recomendaciones que tengo sobre la orientación en la presentación que enviaste, serían las siguientes:

 
01.- El enfoque basado en los argumentos de Osho es obvio y puede dar sentido contemporáneo al asunto, (en el marco de la presentación yo no recomiendo emplear a este autor por: lo conflictivo de su vida, lo polémico de su movimiento y aunque el se auto describe en sus incongruencias, no es menor; según yo lo veo;  que ese debate no debe asomarse en nuestros públicos objetivos) para superar este elemento con la audiencia general, recomiendo mostrar elementos del gremio militar (como audiencia primaria) que tienen sobradas bases y argumentos para sentir orgullo del Arte de la Guerra como profesión, pero que visualizan claramente el problema obvio: la guerra es absurda. Para tratar este tema recomiendo otros autores como:

 
Norberto Bobbio; De la guerra, los caminos de la paz y el pacifismo como actividad política.
 
Samuel Phillips Huntington; El Soldado y el Estado.

Norman F. Dixon; Sobre la psicología de la incompetencia militar.

 
Reiterando con urgencia la invitación y el apoyo del Comandante Lugo, el maneja estos contenidos mucho mejor que yo, para así precisar mejor estas ideas; incluso seguro, deben existir autores originarios nuestros americanos, la misma carta del jefe Seattle al presidente de los Estados Unidos, Gandhi, Bolívar. Todos ellos trataron ampliamente el tema de la paz y que nos pueden dar códigos más eficientes de comunicación con la audiencia primaria y la audiencia general.

02.- Sobre el principal elemento a superar con la audiencia primaria-militar y la frase del señor Upton Sinclair, no termino de entender la orientación que se plantea; por ejemplo puedo inferir que los gremios militares asumen que los pacifistas y ciudadanos no militares, ¿Nunca entenderán la “razón” de la guerra?

03.- En todo caso me parecería interesante que analizáramos un nuevo enfoque a la locura bélica actual con la misma estupefacción y horror como verían las generaciones de hoy, los juicios de la inquisición medieval que realizaban a los acusados de herejía de hace 200 años. Para ir aclarando un poco las ideas torcidas que las guerras forman parte de la tragedia humana, y si lográramos sobrevivir a ella, serían tan absurdas e inexplicables desde todo punto de vista para las generaciones futuras; como para nosotros son en la actualidad.

Careciendo de sentido y retomando la idea de los juicios por inquisición del pasado, que juzgaran a un hombre o una mujer amarrándolos a un tronco y los lanzaran a un rio; ¿Si flotaban boca arriba era inocentes? ¿Si flotaban boca abajo eran herejes? Lo más interesante a la luz de la ciencia y el sentido común es que, si algunos llegarán a flotar boca arriba, esos si serían verdaderos herejes…

Estas son mis apreciaciones…  

AFIRMACIONES SOBRE LA PAZ

 AFIRMACIONES SOBRE LA PAZ:

 
1.- QUE LOS EJÉRCITOS MARCHEN CON PASO FIRME PARA ACABAR LA CONTAMINACION DEL PLANETA.



2.- QUE MARCHEN A TRAVES DE LOS DESIERTOS PARA LLEVAR AGUA POTABLE A LOS SEDIENTOS.


3.- QUE MARCHEN CON PASO FIRME PARA ALIMENTAR A LOS HAMBRIENTOS.


4.- QUE MARCHEN PARA ACABAR CON LA INJUSTICIA DEL CAPITAL.


5.- QUE MARCHEN PARA SANAR A LOS ENFERMOS.


6.- QUE MARCHEN PARA EDUCAR A LOS QUE NECESITEN EDUCARSE.


7.- QUE MARCHEN PARA ERRADICAR EL PALUDISMO, LA MALARIA, EL DENGUE, LA LEISMANIASIS, ENTRE OTRAS ENFERMEDADES.


8.- QUE MARCHEN PARA CONSTRUIR LA VIAS DE UNION ENTRE HERMANOS.
 
 
 
 

 
EN FIN, QUE MARCHEN JUNTOS PARA SALVAR LA PACHA MAMA, ELLA NOS LOS ESTA PIDIENDO, YA ES HORA QUE LE DEVOLVAMOS ALGO A NUESTRA MADRE TIERRA, QUE LO HA DADO TODO POR SUS HIJOS Y TAN DURAMENTE LA ESTAMOS CASTIGANDO.

 

 

 

 

RESPUESTA A MI AMIGO GERARDO SOBRE LA PAZ


 “Ideas históricas fundamentales para convocar una Jornada Celebre sobre la Paz, como mecanismo ulterior para la defensa y disuasión de las amenazas potenciales ante eventos críticos que desestabilicen la armonía de la sociedad”
Escrito por:
Teniente Coronel Edgar Alejandro Lugo Pereira
Especialista en Historia Militar
 
Buscando decantar ideas sobre este tema tan complicado y difícil de precisar, se hace necesario entender que la paz como bien fundamental y requisito para la estabilidad de la sociedad, es un bien incómodo para su abordaje. Para concretar este proyecto, los conferencistas o panelistas convocados, deben estar relacionados con materias muy disimiles que presenten posiciones especificas en el tratamiento de la paz, desde el punto de vista del militar estratega, religioso, político, geopolítico, relacionista internacional, psiquiatra, psicólogo, economista, sociólogo y el jurista, pero también desde el punto de vista del anarquista, agnóstico, nativo (cosmovisión de los pueblos originarios), del activista social, del artista, y convenir en la necesidad urgente de debatir sobre la paz, y al final de la jornada, puedan mostrarse conclusiones  como sobreponer la paz por encima de las posiciones clásicas que en la actualidad se manejan queriendo decir con esto:
 “La imposición de la paz por medio de la violencia”. Que anacronismo tan medieval para el intelecto y el razonamiento humano.
Podremos observar de entrada en estas jornadas, la exposición de los planteamientos a través de discusiones conducidas por moderadores que a su vez serán transcritas por taquígrafos (los que se utilizan en los tribunales) para que ninguna idea así sea descabellada o no, pueda ser sujeta de posterior análisis concienzudo, para obtener el zumo bien filtrado de las exposiciones y de manera definitiva, extraer la esencia del olor de la paz, como se extrae el elixir del buen vino, o del mejor perfume. Definiéndola así: “ Es el elixir definitivo del equilibrio común entre la armonía de nuestro entorno social contra la violencia de la intolerancia”.
Esta semilla o génesis de la propuesta de la paz en su inicio, debe ser concebida a puerta cerrada y sin difusión al público, ya que se trata de obtener ideas nuevas y enfoques nuevos sobre la paz, con esto evitaremos contaminación de los conceptos presentados y de las definiciones que se obtendrán luego para redefinir un resultado  optimista, y con ello empezar a mover conciencias colectivas bajo una feroz campaña institucional apuntando siempre al cambio de vías que nos lleve a este objetivo.
 Tenemos que enfrentar las posiciones clásicas que sobre este tema se manejan, y abrir nuevas posibilidades de desarrollar un concepto amplio del fenómeno de la paz, no podemos presentar un proyecto de tanta magnitud sin desflorar las conciencias recalcitrantes, y arcaicas que sobre este tema se tiene en la actualidad, recuerda que la paz y la guerra están montadas sobre estructuras medievales en su concepción, y somos pocos los que nos atreveríamos a desafiar tales preceptos sin sufrir consecuencias. 
  ¡Sí! Definitivamente la materia disuasiva, demuestra cronológicamente y a lo largo de la evolución histórica de la humanidad, que ha sido el recurso más preponderante y valioso con que se han servido sociedades enteras para garantizar la paz por periodos de tiempo prolongados. ¿Y el precio pagado? No lo podemos mesurar, lo cierto es que este factor ha obligado los liderazgos  ambiciosos a mantener a raya sus aspiraciones y sed de conquistas, muchas veces consientes y otras no, de las implicaciones de ir más allá de sus límites y de sus probables consecuencias.
…"! Que bello seria que el Istmo de Panamá fuese para nosotros lo que el de Corinto para los griegos ¡ Ojalá que algún día tengamos la fortuna de instalar allí un augusto Congreso de los representantes de las repúblicas, reinos e imperios a tratar y discutir sobre los altos intereses de la paz y de la guerra, con las naciones de las otras tres partes del mundo"[1]...
El Libertador Simón Bolívar, experimentó desde muy joven eventos marcadores de hitos trascendentales que forjaron su madurez intelectual, de allí parte la gran riqueza que a través de sus incontables documentos personales y oficiales legó a la posteridad, refiriéndose en muchos de ellos a la comunión pacifica de los pueblos y  resolver sus diferencias ¡si las hubiere! por medio de la negociación de los conflictos, porque todos de alguna manera somos iguales ante los ojos del creador.
…“El verdadero valor de la igualdad es hacer iguales a los diferentes”[2]
Para alcanzar la paz, se ha buscado establecer parámetros específicos para poder materializarla, pudiendo mencionar las palabras: igualdad, reconocimiento, emancipación y libertad, como justificativos suficientemente poderosos para llegar a ella sin embargo, no han satisfecho, ni han proporcionado las soluciones necesarias para aplacar los vientos de guerra que se han desatado en su nombre.
El Libertador, a pesar de utilizar sus ideales para transformar su mundo, sumido en pensamientos medievales de dominación y subyugación de los pueblos, se sintió obligado por las circunstancias a utilizar la guerra y la violencia para alcanzar la paz, materializando esta ultima parcialmente, después de mucho batallar contra la resistencia a los cambios, sembrando la semilla de la republicanidad en el corazón de los nacientes Estados americanos. Lamentablemente, el ideal político de una América Meridional unida por el “Tratado de Unión, Liga y Confederación Perpetua”[3], se erosionaría, perdiéndose en las arenas movedizas de los intereses políticos de sus adversarios apoyados precisamente por las potencias coloniales emergentes, que consideraban el tratado como una amenaza, debiéndose evitar su realización a toda costa, trayendo como consecuencia que la unificación de los Estados americanos, jamás se consolidara.
Como lo expresaría el General de Brigada Pascualino Angiolillo Fernández: …“La Unión, Liga y Confederación de los Estados… la más apropiada… constituyendo entonces un mecanismo de unión de Estados independientes que se basa en un pacto con fines de protección externa y paz interna”[4]
Para mantener el Estado de paz en estos tiempos modernos, debe prevalecer “La prudencia política”[5] . Los Estados y sus gobernantes en sus relaciones internacionales, son actores comprometidos con sus connacionales, quienes le deben rendir cuentas de sus actuaciones preservando ante todo el bien último que es la paz.
 Es por ello que se debe combatir a ultranza y sin cuartel toda manifestación de corrupción, negligencia e inobservancia de las normas y estatutos legales que nos brindan un escudo ante las pretensiones e intereses personalistas de los grupos de poder que representan, la imposición de esquemas de la cultura de la muerte que hay que erradicar del discurso político, para precisamente abrir el camino de la tolerancia y de la aceptación plena del ejercicio de la política, como camino fundamental  para la comunión en paz.
Partiendo como premisa fundamental, en el marco anfictiónico de “UNASUR”[6], fue necesario para garantizar el estado de paz en la región, declararla territorio de paz.
 …“La región suramericana es una zona de paz, donde no habrá más guerras, golpes de Estado, ni persecuciones contra los pueblos, sino libertad, igualdad y desarrollo”…[7]
Oficialmente los países miembros de Unasur, por intermedio del Consejo de Defensa Suramericano (CDS) en sus estatutos, establecieron en el Capítulo II (Principios), artículo 3, apartes: “a”, “c” y “f”[8], manifestarle al mundo, la impostergable decisión colegiada de declarar el territorio suramericano libre de armas nucleares y de destrucción masiva, la autodeterminación y el no intervencionismo y sobre todas las demás, el promover y mantener la paz dejando por sentado definitivamente, el ejemplo del ejercicio de un nuevo concepto geopolítico que persigue fracturar las corrientes clásicas vigentes, abriendo nuevos espacios para la confrontación pacifica de las relaciones internacionales, bajo el enfoque de la justicia social y la integración de los pueblos, garantizando una paz integral y más duradera.
Enfrentando todos estos esfuerzos que en materia de integración ha tocado realizar, se lograría establecer lo siguiente:
…“Consolidar a Suramérica como una zona de paz, base para la estabilidad democrática y  el desarrollo integral  de nuestros  pueblos, y como contribución a la paz mundial”[9]...
Simón Bolívar, fue el catalizador de brillantes ideas y pensamientos de hombres y mujeres que le antecedieron, llenas de euforia por el cambio necesario y obligante de la estructura de la sociedad, que para su época eran imposibles de realizar, y quienes les hacían frente, defendían sus posiciones a ultranza a sabiendas que la lucha era del todo, carente de sentido. La fuerza de los pueblos se abatía en contra de las murallas de los convencionalismos sociales impuestos sobre los pilares de la violencia, esclavitud, ignorancia, oscurantismo y banalidad, y como resultado final, siempre era la paz; la primera en ser sacrificada.
¿Cómo se podría defender la paz en esas condiciones?
Bolívar comprendería y estudiaría las estructuras de integración, abarcando áreas como: Filosofía, Teología, Ciencias Naturales, Letras, Lógica y las Matemáticas, aplicando en sus análisis probablemente las ecuaciones para la resolución de las incógnitas y sus variables, tal cual como se hace hoy en día, pero a través del uso de cálculos logísticos, estadísticas y poderosos servidores electrónicos que corrigen el rumbo de la humanidad bajo modelos económicos que han contribuido a invisibilizar a los seres humanos, reflejando los resultados por medio de porcentajes de éxitos o fracasos, en las bolsas de valores alrededor del mundo, como si la humanidad solo fuera simplemente dígitos y resultados matemáticos.
Sin embargo, El Libertador pudo realinear con estructura una nueva era de integración de los pueblos, y esto lo logra cuando el 15 de febrero de 1819, manifiesto esa sensación de logro al  expresar sus ideas en la inauguración del Augusto Congreso de Angostura, con un discurso arrollador, visionario, tomando con valor absoluto y contundente, la responsabilidad de las instituciones que nos representarían, deberían responder y confrontar realidades, para garantizar el estado de derecho y la justicia social, satisfaciendo de ese modo las necesidades de identidad, libertad y soberanía, sin copiar ni utilizar modelos de otras realidades que jamás podrían adaptarse a la visión integracionista que su pensamiento, obra y acción nos legaría.
Es por ello que el gobierno y sus representantes, deben responder directamente a sus depositarios que son en sí, el pueblo que los elige, ocurriendo con esta acción idealista, un choque de corrientes filosóficas y políticas que en ninguna parte del mundo,  gobierno alguno podría practicar, pero en Suramérica, sus efectos poderosos arrastraron estas sociedades indefectiblemente, hacia un estado permanente de confrontación histórica que hoy en día se mantiene vigente.  
 

[1]Bolívar, Simón. Pensamiento extraído de la Carta de Jamaica, 6 de septiembre de 1815.  
[2] Francisco Tomás y Valiente. ( Valencia, 8 of December of 1932 - Madrid, 14 of February of 1996 ). Jurist , historian and Spanish Writer . (Pensamiento). Jurista, historiador y escritor español, asesinado por un miembro de la banda terrorista ETA en su despacho de la Universidad Autónoma de Madrid. España, el  14 de febrero de 1996).
[3] Documento firmado por los Ministros Plenipotenciarios de las Republicas de: Colombia, Centro América, Perú y los Estados Unidos Mejicanos. Como producto de las sesiones del Congreso Anfictiónico de Panamá convocado por El Libertador, entre el 22 de junio y el 15 de julio de 1826, constituyendo una hábil estrategia de disuasión, ante los intentos colonizadores de las potencias de la época.
[4] Angiolillo, P. La Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR): Alianzas Militares. Colección Alfredo Maneiro. Editorial El Perro y la Rana. Caracas, 2012, pág. 48.
[5] Kant, I. La Paz Perpetua. Colección Clásicos del Pensamiento. Editorial Tecno, pág. 6.
[6] El 18 de diciembre de 2004, en la III Cumbre Suramericana reunidos en Cuzco (Perú), los Presidentes de los 12 países de América del Sur firmaron la declaración de Cuzco donde decidieron conformar la Comunidad de Naciones Suramericanas, la cual fue evolucionando a través de la Cumbre de Brasilia realizada el 30 de septiembre de 2005 y la Cumbre de Cochabamba, llevada a cabo el 9 de diciembre de 2006. Los Presidentes de Suramérica, reunidos en la Cumbre realizada en la Isla de Margarita el 17 de abril de 2007, decidieron renombrar a la comunidad como Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR). Este esfuerzo regional dio fundación a la Unión de Naciones Suramericanas en la Reunión Extraordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno en la ciudad de Brasilia, República Federativa del Brasil, el 23 de mayo de 2008, donde se suscribió su Tratado Constitutivo y se eligió a su primera dirigente.[21]  El Tratado Constitutivo entró en vigor el 11 de marzo de 2011, por lo que la Unasur se convirtió en una entidad jurídica durante la cumbre de Ministros de Relaciones Exteriores en Ecuador, donde se puso la piedra fundamental de la sede de la Secretaría.[22] En octubre de 2011 Unasur fue reconocida como miembro observador de las Naciones Unidas.[23]
Fuente: es.wikipedia.org/wiki/Unión_de_Naciones_Suramericanas.
[7] Señalamiento hecho por el Presidente venezolano Hugo Chávez, en el Astillero Almirante Segundo Storni, en Puerto Madero, Buenos Aires. Argentina, en ocasión del acto por el inicio de la construcción de barcazas para la empresa Fluvialba. AVN 29/03/2011. Fuente: www.avn.info.ve/.../Chávez-estamos-consolidando-América-del-sur-c...  
[8]Apte “a”: Respeto de manera irrestricta a la soberanía, integridad e inviolabilidad territorial de los Estados, la no intervención en sus asuntos internos y la autodeterminación de los pueblos. Apte “c”: Promueve la paz y la solución pacifica de las controversias. Apte “f”: Preserva y fortalece a Suramérica como un espacio libre de armas nucleares y de destrucción masiva, promoviendo el desarme y la cultura de paz en el mundo.
[9] Estatuto del Consejo de Defensa Suramericano, capítulo III, articulo 4, aparte “a”