sábado, 27 de febrero de 2016

Imágenes de algunas actividades docentes



Preparándome para un viaje a dictar conferencias



Junto al Embajador del Estado Plurinacional de Bolivia. Excelentísimo General Luis Trigo Antelo, asistiéndole en una video conferencia



Durante la video conferencia



Equipo de conferencistas y apoyo técnico, durante las jornadas de actualización a profesores de la UNEFA

Exponiendo la evolución histórica del proceso de la independencia y soberanía de Venezuela

Vista de la participación en la jornada de actualización
 docente universitaria

Parte de la disertación en la jornada de actualización docente

Parte de la entrevista en Radio Tiuna 101.9 FM
Mitsy y yo, un equipo imbatible
Mitsy Moncada y yo, en entrevista en Radio Tiuna FM 101.9

Participación en el Cine Foro
"Ejército de Libertadores"

Cine foro "Ejército de Libertadores" realizado en el Instituto de Altos Estudios de la Defensa Nacional, de la República Bolivariana de Venezuela. De derecha a izquierda: Antonino Morera, fotógrafo profesional, Mitsy de Morera, Directora del Documental, G/B Víctor Morera, Productor, Sra. Maritza de Alcala, Primera Dama de la Alcaldía de La Guaira, estado Vargas










martes, 23 de febrero de 2016

Artículo de opinión sobre los acontecimientos del 27 de febrero de 1989


27 de febrero de 1989. Un aprendizaje, una maduración, una reflexión


Escrito por: Teniente Coronel Edgar Alejandro Lugo Pereira

Especialista en Historia Militar


Un Aprendizaje

Los venezolanos nos caracterizamos principalmente por ser un pueblo bondadoso, lleno de virtudes para recibir con beneplácito a otros gentilicios y aceptarlos, de convertir crisis en momentos de reflexión y de alegría, en fin somos un pueblo hermano y es la principal característica de nuestra idiosincrasia.

A lo largo de la historia, hemos transitado por caminos de lucha y sacrificio para lograr obtener un lugar en el espacio soberano que ocupamos y defendemos a ultranza, fuimos el germen de la libertad en el continente y nuestro tricolor dió a luz, a otros Estados soberanos nacidos de la matriz de la emancipación americana.

Han transcurrido veintisiete años del 27 de febrero de 1989, día que vivirá en la infamia, como un recordatorio perenne que no deberá repetirse jamás. El tejido social tan delicado de mantener, fue desmadejado y destrozado por un modelo de gobernanza neo-liberal, que nada hacía por evitar su franco deterioro, presionando y empujando constantemente a la sociedad hacia un punto de no retorno con medidas de control social y económico, nacidas de la corrupción imperante, que trajeron como consecuencia, la perdida de la sindéresis grupal y la erupción social de las frustraciones devenidas en violencia incontrolable.

Una Maduración

Hemos madurado a lo largo de 27 años, los acontecimientos que perturbaron las más profundas raíces de nuestra nacionalidad, que la violencia y la pérdida del respeto por los valores que cohesionan a la sociedad, son irreversibles en su mal proceder. Hay que considerar, que nuestro gentilicio no permitirá repetir lo mal andado. Cada ciudadano de la patria tiene el deber inapelable de proteger su integridad social y el compromiso insoslayable de visualizar el futuro hermoso que nos espera y encaminarnos hacia ese objetivo.

Rescatemos el respeto a la vida, la cultura del trabajo, el amor a la familia, el valor de la educación y la consideración a nuestros mayores, que lo han dado todo, para que las generaciones venideras puedan seguir construyendo la patria grande, la patria de todos, la patria que soñamos, la patria independiente, libre y soberana, la que nos acoge, sin distingo de ninguna clase, donde y sin excepción, estamos bienvenidos.

Una Reflexión

Son 27 años de un profundo dolor nacional, honor a los compatriotas caídos, siempre estarán en nuestra memoria, son los mártires que ofrendaron sus vidas abriéndonos las alamedas para que la República Bolivariana de Venezuela avance hacia el cambio necesario de las estructuras sociales, sus modelos de gobernanza y productividad. Había que dejar de ser un país rentista y complaciente.

Es un momento estelar para la nación, podemos direccionar los esfuerzos para hacer valer la integridad de la soberanía e independencia absoluta y permitirnos marchar por los caminos del progreso, es nuestra responsabilidad y fundamento de lucha revolucionaria. No debemos permitir que la sombra de un tiempo pasado, ominoso y recalcitrante nos imponga su modelo de mal proceder. Hemos aprendido y madurado lo suficiente para entender que las transformaciones sociales, son necesarias para enseñarnos que la libertad, la igualdad y la fraternidad de los pueblos son las características necesarias para alcanzar el Estado de derecho y la justicia social,  garantizándonos definitivamente, la paz y la hermandad representada en nuestra venezolanidad.