domingo, 26 de julio de 2020

La Batalla Naval del Lago de Maracaibo, 24 de julio de 1823

Batalla Naval del Lago de Maracaibo | Batalla naval, Batallas, Lago

Escrito por:
Teniente Coronel Edgar Alejandro Lugo Pereira

MSc. en Historia Militar
IAESEN, julio 2020

Enfrentando los hechos

El Libertador Simón Bolívar se encontraba desarrollando la Campaña Libertadora del Sur para poder consolidar definitivamente la emancipación gran americana, sin embargo, gracias a la contra inteligencia desplegada en Europa por colaboradores en su mayoría caballeros masones, le habían informado las próximas maniobras a realizar sus enemigos y una de esas operaciones militares señalaban contundentemente, la preparación de una gran armada española que pretendía invadir desde España el territorio venezolano desde sus posiciones de ultramar ubicadas en Cuba y Puerto Rico, apoyada indirectamente por los Estados Unidos, quiénes veían la oportunidad estratégica de eliminar definitivamente la amenaza que política y militarmente le representaba, la revolución suramericana  en el continente.

Es por esta razón que inmediatamente giró la orden de operaciones dirigida al Almirante curazoleño "Luis Brion", para que sin más dilación, atacará al Puerto de Maracaibo y aniquilara la flota realista acantonada en esa localidad y evitar a toda costa que la misma abandonara ese puerto y se uniera a la fuerza expedicionaria que partiría desde Puerto Rico hacia Venezuela.

Está maniobra de configuración realista debía ser desarticulada, para no tener un teatro de la guerra con dos frentes simultáneos, ya que la fuerza principal patriota se dirigía hacia el Virreinato del Perú a sellar la independencia y  también podría sellar la absoluta derrota de los patriotas, si se abría este frente de combate.

El Almirante Luis Brion le imprecaría al Almirante Padilla y a su segundo comandante, el Capitán Beluche:

¡¡¡"Por ninguna causa la flota realista debe abandonar el Lago de Maracaibo, la supervivencia de la patria depende de ello"!!!

Estableciendo parámetros para la comprensión

La importancia de saber en profundidad la doctrina del empleo de un "Estado Mayor General", es fundamental para desarrollar las operaciones militares.

Y ese es el verdadero arte militar de un estratega, la comprensión absoluta del teatro de la guerra, sus implicaciones, costos y resultados probables, nacidos en el estudio del terreno, la masa del enemigo, su logística y su potencial armamentístico.

Hechos que definen en un 80 %, las probabilidades de éxito o fracaso del comandante militar.

El restante 20%, reside en las imprudencias surgidas de no seguir el plan diseñado para tal fin, que favorecerá o perjudicará a quién sepa aprovechar el descuido de su oponente.

El General en Jefe Simón Bolívar, jamás dejaba a la suerte sus visiones, le traerían mala suerte y el Libertador aprendió duramente las lecciones de dejar sus decisiones al azar y eso en ese instante donde la patria se estaba jugando su prevalencia era un lujo que no se iba a conceder. "Había que hundir a la armada española en el Lago".

Gracias al compromiso de sus líderes militares, la misión fue cumplida a cabalidad y con total éxito patriota.

Que mejor regalo de cumpleaños para el Padre Libertador

Honor a la Armada Libertadora

viernes, 17 de julio de 2020

Juegos de provocaciones contra Venezuela

Analista estadounidense: Rusia y China han arruinado los planes de ...

Escrito por:
Teniente Coronel Edgar Alejandro Lugo Pereira

MSc. en Historia Militar
IAESEN, julio 2020

Mostrando los escenarios

Los EE.UU definitivamente están usando el mejor plan que históricamente ha ejecutado para justificar ante el congreso de su país, el uso unilateral de la fuerza militar.

Hechos intervencionistas más sobresalientes:

1. Trípoli: 1815, intervención militar de EE.UU, en Libia y Argelia. (esté hecho se narra en el himno del Cuerpo de Marines estadounidense)

2. Maine: 1898.
Invasión a Cuba.

3. Lusitania: 1915.
Justificó el ingreso de EE.UU a la IGM.

4. Pearl Harbor: 1941.
Justificó el ingreso de EE.UU a la 2GM.

5. Corea: 1950, (INICIÓ DEL PERÍODO CONOCIDO CÓMO GUERRA FRÍA), efecto político desmesurado en EE.UU, del McCarthismo, anticomunista exacerbado.

6. Golfo de Tonkin: 1964, ataque de falsa bandera propiciado por EE.UU, para justificar la invasión a Viet Nam, (modelo actual de provocación militar usado por la marina estadounidense, para crear una condición de combate viable contra la Armada venezolana)

7. Afganistán: 1980/1988, tercerización de la guerra por parte de EE.UU, en contra de la URSS.

8. Invasión a Granada: 1983, EE.UU, ocupación militar de un país democrático, por considerarlo una amenaza a la seguridad continental estadounidense.

9. Guerra Irán/Iraq: 1979/1989, EE.UU, emplea la tercerización de la guerra de desgaste, apoyando a Iraq.

10. Panamá: 1989, eliminar a su aliado Noriega, controlar el Canal de Panamá  y  crear una justificación política para actuar militarmente, contra las naciones soberanas que ellos señalen cómo narcos gobiernos.

11. Guerra del Golfo: 1991, EE.UU, buscar eliminar a su aliado desde 1972, Saddam Hussein.
Hacer caer la OPEP,  probar nuevas armas y aplicación de nuevas estrategias para uso militar: OPSIC, uso masivo de los medios de comunicación, guerra de 4ta generación.

Los EE.UU, pasó a la última fase la cual se denominaría:"PROVOCACIÓN MILITAR", (aérea, marítima y terrestre), persiguiendo con éstas acciones, generar el ansiado, "CASUS BELLI", procediendo los EE.UU a actuar unilateralmente contra nuestro Nación, cómo lo ejemplificado en los 10 escenarios anteriormente presentados.

Más claro me volveré transparente.

miércoles, 8 de julio de 2020

Tres balazos



Artículo escrito por:

Teniente Coronel Edgar Alejandro Lugo Pereira

MSc. en Historia Militar
IAESEN, junio 2020

"¡Para matar la esperanza, sólo se necesita asesinar al optimista!"

                       Edgar Lugo.

Hace 190 años, por la Provincia de Pasto, atravesando la selva de Berruecos, cabalgaba raudo y veloz, el héroe de Ayacucho e hijo impertérrito de Bolivia.

Su montar un poco desgarbado y con algo de desesperación, denotaba la urgencia de su andar. Su corcel extenuado, resoplaba constantemente, molestando a los demonios de la penumbra.

Era Sucre, adalid invencible, el pequeño David vencedor del gigante Goliath, el verdugo del imperio español agonizante y heredero incuestionable del legado de Bolívar.

Su pensamiento jamás se alejaría de Cumaná, su ciudad natal, dueña y amante de sus querencias sin embargo, sacrificaría todo por cumplir con el designio superior de materializar el proyecto "Gran Colombino".

En el papel, en el discurso y en el accionar, se presentaba como la utopía maravillosa de la construcción de una sociedad justa, equilibrada y amorosa de sus conciudadanos, donde la libertad, igualdad y fraternidad se derramaría sin hacer distinciones entre todos los seres humanos, blancos, nativos precolombinos, negros y mestizos en fin, la panacea absoluta de la equidad Gran Americana.

Antonio siempre fue optimista

Pero alguien tenía que bajar del olimpo y hacer el trabajo rudo, el trabajo fuerte e indeseable, ser el articulador y operador de las órdenes emitidas por la superioridad, ser el artífice que delineará las instrucciones recibidas, sin salirse de la raya, sin obviar los detalles y sin tomarse atribuciones no correspondidas y lo más importante, sin cuestionamientos.

Sucre era ese hombre necesario, "En los momentos de crísis, era necesario", "En las grandes fracturas, era necesario", "En la resolución de conflictos, era necesario".

Lamentablemente se convirtió en el "Enemigo necesario", que tenía que ser vencido a todo trance. Sus enemigos pululaban por doquier, las amenazas eran constantes cómo una filtración de agua, que va erosionando la estructura interna de una pared hasta que inevitablemente la derribará.

Sucre lo sabía, pero decidió vivir a su manera y estoy plenamente convencido que en ese trayecto de su vida fue feliz.

Infelices aquellos bastardos que planearon su asesinato, "Santander", como autor intelectual y financista del hecho. El nefasto de Obando, como incitador y contratista directo de los sicarios encargados de tan macabra tarea, éstos últimos asesinaran al "Abel de América", por 30 monedas de plata, cómo Judas Iscariote vendió a Jesús de Nazareth, en definitiva. ¡Había que matar la esperanza a balazos!

Antonio iba a encontrarse con la inmortalidad.

Antonio iba a entrar en el olimpo de los héroes.

Antonio aún asesinado, viviría en la memoria de los pueblos y amado en la eternidad.

¡¡¡AYYY BALAZO!!!

¡¡¡CUMANÁ, QUIÉN TE VIERA!!!

Bastaron tres balazos.