viernes, 16 de diciembre de 2016

Discurso en honor a El Libertador Simón Bolívar, al conmemorarse el Centésimo Octogésimo Sexto Aniversario de su fallecimiento, el 17 de diciembre de 1830 en la ciudad de Santa Marta, República de Colombia

PENSAMIENTO

"Quiso Dios de salvajes formar un gran imperio y creó a Manco Cápac; pecó su raza y lanzó a Pizarro. Después de tres siglos de expiaciones ha tenido piedad de la América y os ha creado a vos. Sois pues, el hombre de un designio providencial. Nada de lo hecho hasta ahora se asemeja a lo que habéis hecho, y para que alguno pueda imitaros será preciso que haya un mundo por libertar. Habéis fundado tres repúblicas que en el inmenso desarrollo a que están llamadas, elevan vuestra estatua a donde ninguna ha llegado. Con los siglos crecerá vuestra gloria, como crece el tiempo con el transcurrir los siglos y así como crece la sombra cuando el sol declina".

José Domingo Choquehuanca arengó a El Libertador Simón Bolívar cuando pasó por el pueblo de Pucará, en el altiplano peruano, el 2 de agosto de 1825.

¿Quién fue Choquehuanca?…
Fue hijo del sacerdote Gregorio Choquehuanca, canónigo de la Iglesia Metropolitana de La Plata, caballero de la orden de Carlos III y heredero de una de las familias de la nobleza indígena más rica y poderosa de todo el sur andino, y de María Mercedes Béjar y León Túpac Amaru Mulli Puraca, viuda de Roque Choquehuanca, hermano de Gregorio. Fue descendiente, por línea paterna, del linaje de Paullu Inca, hijo del Inca Huayna Cápac, y medio hermano de Huáscar, Atahualpa y Manco Inca.

Doy inicio a estas palabras cargadas de emoción y de mucha reflexión persiguiendo la necesidad de comprender y hacer entender a todos en esta magnífica mañana, cómo un ser humano tan mortal, tan lleno de vida, tan excelso en su proceder y tan complejo en su existencia, pudo combatir durante dos décadas consecutivas al imperio más grande y extenso que jamás había pisoteado a tantos pueblos juntos, en su afán desmedido e incontrolable por apoderarse a la fuerza, de todas las riquezas que la extensa geografía americana podía proporcionarle.

“Sí” este hombre menudo, lleno de inspiración y de amor a su prójimo, puso rodilla en tierra y fraguando el concreto de la libertad Américo-Meridional, lideró con maestría y mucha conciencia republicana, a todos los pueblos de nuestro continente. Haití nos entregó las armas y el compromiso de romper las cadenas de la esclavitud. Tres naciones llevan el tricolor mirandino. Fundó a la hija predilecta del corazón de la América del Sur “Bolivia”. Buscó erigir la integración Américo-Meridional en nuestra amada Panamá y encendió la tea inmarcesible del fuego sagrado de la libertad, igualdad y fraternidad de los pueblos mancomunados en un solo espíritu eterno y vivo representado en la Madre Patria Americana.
Según Rufino Blanco Fombona, expresó sobre El Libertador lo siguiente:(CITO)

“Acomete Bolívar su empresa con ardor y nada lo detiene hasta cumplirla. Nada. Ni las mujeres que tanto le gustan; ni la aclamación lisonjera de las capitales. Nada en efecto, lo detiene. Ni los Andes, ni los desiertos, ni los caudalosos ríos del trópico, ni los océanos, que se cruzan, mientras no había otros medios, en miserables barquichuelos. Nada, ni los monstruos de la Guerra a Muerte, ni la opinión del país contraria a la independencia; ni la superstición que predican en contra de la emancipación y contra la República; ni los intereses creados, ni el fanatismo de las masas; ni las catástrofes de la naturaleza como el terremoto de 1812. Nada, ni las acusaciones de sus adversarios, ni las traiciones de sus colaboradores, desde Santander, Vicepresidente de la Gran Colombia, hasta Torre Tagle, presidente del Perú. Nada, ni la insumisión de sus más heroicos y populares tenientes, desde Piar, hasta Mariño y desde Córdova hasta Páez…

Nada, ni la pobreza ni la enfermedad, ni la ignorancia, ni la adversidad. Nada…Ha pasado por encima de todo. Con la sonrisa en los labios; o con las lágrimas en los ojos, o con la imprecación en la boca, pero ha pasado. Todo se ha opuesto a su designio. Él ha triunfado de todo. De la guerra extranjera, de la guerra civil, de la guerra de clases sociales, de todas las guerras que le han podido inventar.

Con razón se ha dicho, y lo ha dicho precisamente uno de sus adversarios, que nadie tanto como Bolívar ha sido Grande – Hombre a despecho de la fortuna. También se ha dicho esto: que solo él, después de Dios, ha creado de la nada. La voluntad lo ha suplido todo y a todo ha suplido la inteligencia.(FIN DE LA CITA).

Es extraordinario imaginar, la potencia discursiva y premonitoria que este escrito nos legó para la posteridad y de plena ejecución en la actualidad. Pienso en nuestro Comandante Supremo Hugo Rafael Chávez Frías, al enfrentarse a una verdad histórica tan comprometedora que quizás despertó su necesidad espiritual de reavivar el fuego sagrado de todos los venezolanos que estaba apagado a expensas de los neo imperios, que nos hicieron olvidar por más de 100 años consecutivos, que pertenecemos a la estirpe humana más recalcitrante y terca de este planeta, los defensores de la libertad, ¿quién no se inspiraría con este legado eterno y flamante de la lucha por ser independientes?

Me atrevería gritar a la Rosa de los Vientos un “YO” profundo y decidido, rasgado de mi alma, cómo sé que cada uno de nosotros, de llegar el momento definitorio, también se uniría en un solo clamor, como se funde el acero templado con un decisivo “YO” rotundo por la emancipación americana.

Pues señoras y señores, el momento ha llegado, está con nosotros ahora, y no podemos recular, la confrontación por la supervivencia de la patria libre y soberana ha comenzado, ¡O son ellos o somos nosotros! ¡Pues al carajo ellos y viva el nosotros! Porque de la unión definitiva de nuestro pueblo dependerá la permanencia del sueño revolucionario, bolivariano y chavista, ante la arremetida del fascismo, neo colonial y usurpador de la conciencia de un pueblo, que solo ha entregado libertad y ciudadanía, a cada uno de los integrantes de esta Patria Grande, Patria Perpetua, Patria Soberana, Viva la Madre Patria, Viva Hugo Chávez y Viva por siempre la memoria del Padre de la Patria y alfarero de Repúblicas, nuestro Libertador Simón Bolívar.

Hoy al cumplirse el Centésimo Octogésimo Sexto aniversario de tu siembra en la inmortalidad. Padre Bolívar te conmemoramos, admiramos y respetamos, como si aún estuvieses vivo y entre nosotros.

SEÑORAS Y SEÑORES MUCHAS GRACIAS…


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