Artículo escrito por:
Teniente Coronel Edgar
Alejandro Lugo Pereira
Especialista en Historia
Militar
La República Popular China, ha irrumpido drásticamente
con su extraordinario poder de desarrollo, en todos los órdenes del progreso
posible que puede aportar la civilización humana para la conquista de los
espacios vitales del planeta tierra. La necesidad de mitigar los complejos y
extraordinarios problemas que en la actualidad posee, hace que su estrategia
esté direccionada a apuntalar su desarrollismo y el consumo de energía con una
velocidad impactante.
Hay que destacar, sus objetivos nacionales ya traspasan
sus fronteras geográficas imponiéndose ex profeso, la política de expansión no
agresiva pero contundentemente definida a alcanzar los recursos naturales con
los cuales soportar la inmensa y exigente carga de haberse convertido quizás
sin quererlo, en la factoría industrial más grande del mundo, lo que trajo como
consecuencia, mayores complicaciones ambientales, tecnológicas y logísticas
dando como resultado, el incremento de la necesidad de consumir energía de la
misma manera como crece su expansionismo productivo.
Hacia donde buscar
Durante el transcurrir del Siglo XX, una vez consolidada
su posición política e ideológica, teniendo que soportar las tremendas
vicisitudes vividas por su crecimiento acelerado y al mismo tiempo, cargar con
una pobreza social resultado directo de cientos de años de esclavitud y
servidumbre impuesta por las dinastías monárquicas que allí reinaron, diseñaron
un nuevo ordenamiento de las masas poblacionales que para ese entonces, ya
estaban por el orden de los mil millones de ciudadanos chinos. Sus políticas de
reordenamiento social duramente impuestas y extremadamente cuestionadas por el
pensamiento liberal occidental, convirtieron a China en una amenaza estratégica
para los antagonistas quienes se dedicaron durante toda la guerra fría, a
tratar de frenar a toda costa su indetenible crecimiento.
El Grave problema chino del Siglo XX
Considerando su extraordinario potencial, su visión
culturalmente aislacionista sembrada por las dinastías que los gobernaron,
hicieron que su expansión fuera direccionada hacia su interior convirtiéndose
en una impuesta necesidad. ¡Había que alimentar a mucha gente! Y los recursos
para ello, prácticamente era insuficientes para lograrlo ¿Cómo una revolución
popular iba a poder sobrevivir con tremenda carga? Era impostergable disciplinar
a todos sus compatriotas, mecanizar la agricultura, producir toneladas de acero
y apuntalar todo esto con una propaganda efectiva y realzadora de los logros
obtenidos de manera rápida y constante para convencer generacionalmente, que la Revolución Popular China se dirigía a puerto seguro.
Una vez logrado estos objetivos se encontraron con otro
dilema. ¿Cómo evitar que se agotará la marcha de la industrialización del
progreso? Acá se detuvieron y se encontraron con la complicación del endurecimiento
doctrinal, esto es muy común y sucede cuando empezamos a percibir que ya
conseguimos llegar a las metas estratégicas planificadas, ¿Y después qué?
Deng Xiao Ping. “Economía Socialista de Mercado”[1]
Al fallecer Mao Zedong. China estaba técnica y
económicamente postrada, la Revolución Cultural emprendida en 1966, superó con
creces las malas decisiones que en política económica, casi los condujeron a
una nueva conmoción social por la comunión de multifactoriales errores, haciendo
inoperantes los márgenes de productividad acordes con las necesidades de
consumo de sus connacionales, por lo que había que flexibilizar un poco el
ortodoxismo ideológico y reemprender nuevas acciones con una actitud mucho más
permisiva, pero sin aceptar el debilitamiento de sus ideales políticos
revolucionarios. Lo demás era válido y se podía permitir. Exclamaría Deng Xiao
Ping:
“No importa que el
gato sea blanco o sea negro. Mientras cace ratones, es un buen gato."[2]
El efecto Tiananmen contra reformista del milagro
económico Chino
Sabemos que significo este suceso para el movimiento
reformista político estudiantil universitario, durante las manifestaciones del
mes de mayo, radicalizándose finalmente en un lamentable suceso, falleciendo
extraoficialmente 2600 personas, entre el 3 y el 4 de junio de 1989.
“Los líderes de las manifestaciones fueron los
estudiantes universitarios que, apoyados por sus tutores, exigieron un camino
irreversible hacia el liberalismo, no solo económico, sino también cultural,
que a esas alturas se imponía en casi todo el globo, incluida la moribunda
Unión Soviética”[3].
Encarando nuevas realidades
¿La energía significará para China diseñar nuevas
estrategias reformistas? ¿Lo han logrado? “Si”. Es indudable que su visión global
está basada en acompañar más allá de la duda razonable, cualquier
emprendimiento para su desarrollo y consolidación como primera potencia mundial,
lo que en la práctica y cumpliendo la visión de Deng Xiao Ping, está logrado,
pero China, necesita energía, volcando su mirada definitivamente allende
fronteras, hacia los movimientos revolucionarios latinoamericanos, no se
equivocaron en sus mediciones estratégicas y sus apreciaciones socio políticas.
La energía que buscan para su desarrollo provendrá del hemisferio occidental,
con un contundente apoyo técnico, financiero e industrial hacia estos países
emergentes. China obtendrá su energía sin mayores conflictos y Estados de
beligerancia, patearía el concepto estratégico Macarthista estadounidense que subyugaba
a Latinoamérica exceptuando a Cuba. Y todo esto sin un solo disparo. Es el triunfo definitivo de su estrategia
global arrolladora.
¿Venezuela será su proveedor habitual?
Estoy plenamente convencido que así será, siempre y
cuando los enfoques de crecimiento y desarrollo por parte de nuestro principal
aliado comercial e ideológico mantenga las corrientes de hermandad y
entendimiento correspondientes. Hay que tener en cuenta lo siguiente:
En las relaciones internacionales no existen los amigos,
prevalecen intereses que satisfacen a ambos. La política china y su
cosmovisión, son totalmente diferentes a la visión del pueblo mestizo
latinoamericano, por ende no confundamos nuestro occidentalísimo desenfado
cultural liberal, en oposición a el conservadurismo tradicional oriental de los
chinos, que ya es bastante conocido por todos nosotros y le aseguro a mi país,
una era de prosperidad, progreso y abundancia.
Referencias:
[1]
Es la expresión que usan los dirigentes de la República Popular de China para
designar las nuevas relaciones de producción e intercambio establecidas a
partir del proceso de “reforma y apertura” económica puesto en marcha por
resolución del Comité Central del Partido Comunista, bajo el liderato e
inspiración de Deng Xiao Ping, desde diciembre de 1978.
[2]
Discurso pronunciado en 1962, por Deng Xiao Ping durante un encuentro del
secretariado del Partido Comunista Chino.
[3]
www.lavanguardia.com/internacional/.../matanza-tiananmen-gobierno-chino.html
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