martes, 1 de octubre de 2019

El mundo nos pertenece a todos. 1 / 10 / 2019

Escrito por:
Teniente Coronel
Edgar Alejandro Lugo Pereira
MSc. en Historia Militar
IAEDEN
Enfocando un paradigma cultural
La sociedad del destino común
Quienes promueven esta idea que a mi entender "no es nueva", como lo aseveran los chinos que la promueven. Busca primordialmente, el mejoramiento de la sociedad humana basada en un destino común compartiendo un mundo abierto, generoso y equilibrado.
El Generalísimo Francisco de Miranda lo dejó bien apuntado en el ejercicio discursivo, por haber tenido la oportunidad de haber leído y consumido cantidades de libros, autores y sus correspondientes enfoques filosóficos, entregó para nuestros haberes, "La Colombeia", (cuya colección reposa en mi oficina por si desean consultarla), y no es casualidad que Bolívar en los tres meses que vivió en Londres, en la casa del Generalísimo, haya puesto en práctica sus enseñanzas para el ejercicio de la emancipación. O quedará alguna duda al respecto.
Siempre miramos hacia otras latitudes pero, lamentablemente, no nos gusta hacer el trabajo de profundizar en nuestros propios autores y si menciono al "Maestro Simón Rodríguez", pues nos daremos contra la pared, de frente y con la nariz.
En su obra máxima, "Prolegómenos de las Sociedades Americanas", también se vislumbra la idea de una sociedad de destino común, a su forma y a su letra, y al igual que la pluma de Miranda podían entenderse en castellano hace más de 200 años. Hoy serían textos incomprensibles para buena parte de las nuevas generaciones carentes de una extraordinaria preparación discursiva.

El enfoque chino no es ajeno, lo han venido practicando desde hace más de 2000 años. Sun Ztu y Confucio, lo referencian en cada una de sus máximas, siempre buscando preservar la paz de la sociedad por encima de privilegiar el uso de la fuerza generado por estados de beligerancia para sacrificar el ejercicio del destino común de la humanidad que es sin duda alguna, aprender a entender y cuidar el balance de la naturaleza, sin embargo, ya en el siglo XXI, observamos como llevamos a nuestro planeta al borde de un destino fatal, muy al contrario del añorado "Destino Común".
Solo queda balancear los daños que bajo la lupa de mi apreciación de hecho, son irreversibles.
Por favor camaradas no me tilden de nihilista, pero ya llegamos hace rato largo, al punto fósil de no retorno.

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