Escrito por:
Teniente Coronel
Edgar Alejandro Lugo Pereira
M. Sc. en Historia Militar
IAESEN, julio 2013
EL GRAN
ENFRENTAMIENTO
Los grandes acontecimientos del
pasado de la humanidad, deben ser observados, analizados, investigados,
confrontados y teorizados desde una perspectiva social, esto permitirá manejar
los flujos evolutivos que constantemente el Homo Sapiens como especie superior
en lo que respecta a su organización para sobrevivir, ha logrado consolidar. El
hecho de organizar, catalogar, clasificar y ordenar los elementos intrínsecos
del espacio que lo rodea para garantizar su supervivencia trajo como
consecuencia, su supremacía absoluta en todos los hábitats terrestres y el
control de otros, que sin las tecnologías desarrolladas gracias a los avances
de su inventiva, serian letales representados en los espacios acuáticos del
planeta y el infinito espacio exterior.
Confrontar la historia de la
humanidad nos permitirá comprender definitivamente como la fuerza del
gregarismo humano y su empuje materializados en flujos, fueron conquistando los
espacios que requerían para la consolidación absoluta de la especie dominante.
Alvin y Heidi Toffler como estudiosos del tema de la futurología, lo
manifestaron en su obra “la Tercera Ola”, allí dejaron en claro como la
humanidad a lo largo de su proceso evolutivo, fueron controlando su entorno,
primeramente con la revolución agrícola, seguida por la revolución industrial,
para culminar su obra con la desarticulación a través de la descentralización,
la desmasificación y la personalización de las sociedades, fenómeno social que
en la actualidad, nos está castigando duramente. Hay que tener en
consideración, que este libro fue publicado en 1979.
Es preciso puntualizar que el ser
humano es capaz de generar hoy en día, gracias a los modernos sistemas de
comunicación totalmente integrados y globalizados, corrientes de flujos que
pueden ser direccionados a voluntad para apoyar una buena causa en específico,
el fenómeno “África Aids” que en 1985 sensibilizo al mundo entero a través de
la música, a tomar y ser parte de una solución utópica para eliminar las
hambrunas crónicas de los pueblos etíopes, somalíes y sudaneses, entre otros.
Caso contrario lo acontecido en Los Ángeles en 1991, con el connotado caso de
la brutal paliza policial a la que fue sometido un ciudadano afrodescendiente
de nombre Rodney King, literalmente la ciudad fue destruida en horas de locura
colectiva, todo gracias a la imágenes capturadas por un transeúnte con su video
filmadora.
Vemos a ciencia cierta, que los
flujos bien direccionados pueden ser causantes de grandes movimientos generando
dramáticas consecuencias, dependiendo del enfoque, el objetivo a ser alcanzado y
su longevidad. Por ejemplo, el efecto del flujo de la Revolución Francesa
iniciada en 1789, aún no ha cesado y ciertamente no se ha podido contener. Es
menester entonces observar los fenómenos históricos para entender sus enormes
efectos residuales.
LA CAMPAÑA
DE LAS IDEAS
Simón Bolívar en el camino del
exilio luego de la caída de la “Primera República” venezolana, hecho acaecido a
mediados de 1812, quizás en la impronta de una mente idealista marcada
profundamente por el fracaso de un proyecto visionario de país llevado en
primera instancia por las elites mantuanas, comenzó en su momento personal, a
evolucionar sus ideas encaminándolas hacia una fórmula más exitosa para la
liberación de su patria, sin duda que plasmar sus pensamientos en el
“Manifiesto de Cartagena 1812”, genero una cadena de acontecimientos ¡Que como
una cascada! fue acumulando un flujo de interacciones y mucha energía marcada
primeramente por las voluntades de los ciudadanos, que paulatinamente fueron
sumándose a la idea de la liberación de Venezuela y hacer el esfuerzo supremo
para materializarla.
Aunque al iniciarse la campaña
militar, este ideal sería muy confuso e irrito para algunos de sus compañeros
que no manejaban la información completa o simplemente no le veían la utilidad,
solo la visión compleja de la operación la compartía Bolívar con algunos de sus
más íntimos acólitos.
Una vez iniciada la operación
militar, esta fue desarrollada en dos fases principales. La primera jalonada
desde Barrancas del Magdalena hasta Ocaña como fase de consolidación desde el
punto de vista logístico y operacional, y a su vez como fuerte motivador del
apoyo político que buscaría el Coronel Bolívar, para ganarse las voluntades de
los representantes del gobierno neogranadino necesarias para materializar la
segunda fase de la Campaña Admirable, denominándola así por su desarrollo y
ejecución táctica y estratégica impecable.
Tomando en consideración para
esta investigación el empleo de la materia y energía como vectores de flujo,
podemos inferir con precisión, que las premisas fundamentales en que se basó el
desarrollo de la estrategia militar, radico en aplicar el factor sorpresa (las
operaciones militares en la primera fase en su mayoría fueron nocturnas,
tomando al enemigo por sorpresa en sus posiciones defensivas), continuando con
acciones ofensivas constantes bajo una férrea unidad de comando con mandos
descentralizados, dándole oportunidad a los comandantes de la
vanguardia(Girardot y Urdaneta) y la retaguardia (Ribas), a realizar
operaciones ofensivas tipo relámpago, basándose primordialmente en la velocidad
de desplazamientos y la sorpresa, esta última siempre presente durante la
ejecución de la campaña. Las órdenes eran impartidas por Bolívar de forma
personal a su Estado Mayor y con poco tiempo de preparación, lo que evitaba
fugas de información y sus correspondientes delaciones. ¡Bolívar había
aprendido muy bien las lecciones de su primera derrota militar!
Debido a este fenómeno, al
romperse el esquema paradigmático (dique de contención mental) colonial de la
planificación militar, el flujo de las acciones bélicas desarrolladas a favor
de las fuerzas patriotas de la Unión, se transformó en una oleada de energía
incontenible, siempre con consecuencias favorables, inclusive si nos referimos
a las pérdidas humanas y materiales eran inferiores a lo estimado en los cálculos
de personal y logísticos, a pesar de haberse declarado en Trujillo “La Guerra a
Muerte”. Es precisamente el entusiasmo siempre presente en las tropas
libertadoras como también unos mandos ejemplares, que hicieron coincidir por
una sola vez y magistralmente, una unidad hegemónica como jamás el futuro
Libertador podría tener nuevamente.
DESARROLLO
DE LOS VECTORES Y SU FLUJO DESTRUCTIVO
Tomando como referencia a Keegan,
catalogaríamos “La Campaña Admirable”, dentro del rango del vector-flujo de la “organización
y las armas de fuego”, debido a que las características presentes en esta
acción militar para esa época, favorecían el uso primariamente de armas de
diversos calibres (pistolas, fusiles y pequeños cañones), ya que la adquisición
y reposición de los pertrechos militares eran extremadamente deficientes y de
mala calidad, la mayoría de estos ingresaban de contrabando por las islas del
caribe y eran producto del creciente mercado negro regentado por
contrabandistas y piratas que no aseguraban una provisión constante y segura de
los suministros, perseguidos estos últimos, por las flotas británicas y
españolas que controlaban la navegación en el Mar Caribe.
Estas condiciones mostraban un
escenario bastante caótico en la concepción de cualquier operación militar de
gran envergadura, como en su efecto así lo consideró Bolívar, tomando medidas
de control aún más severas, para asegurar el éxito de sus acciones ofensivas,
arrollando en cada batalla a las fuerzas realistas comandadas por el Capitán de
Fragata Domingo de Monteverde.
Este jefe y líder militar español, tenia todos
los elementos que debía observar un buen comandante, sin embargo, no contaba
con mandos superiores disciplinados y tropas realmente convencidas, estas
últimas observaban los excesos que cometían sus comandantes y por consiguiente
desertaban. El flujo discursivo y el tremendo efecto colateral que ejerció el
Decreto de Guerra a Muerte, contribuyo de manera contundente a cambiar el
panorama del teatro de operaciones.
En la sumatoria de todos estos
elementos, se puede apreciar con bastante claridad, que el momento táctico y
estratégico estaba inclinado favorablemente a Bolívar y su Ejército Libertador.
En la comunión de todos los esfuerzos, radicó sensiblemente el continuo
movimiento del ejército como una maquina avasallante, cosechando triunfo tras
triunfo y desarticulando todas las maniobras realistas que se limitaron a
contener el avance patriota y replegarse a posiciones alternas en una continua
retirada, evitando así la batalla decisiva, situación táctica que no pudieron
relevar en Niquitao, Los Horcones y Taguanes, batallas que destrozaron
literalmente a las tropas realistas y sacaron del mando directo al líder
realista, por las graves heridas sufridas en batalla ¡Demostrando con esto! Que el liderazgo
español descansaba sobre un hombre, pero al salir este del escenario, no se
presentó un líder que le diera continuidad efectiva al flujo del comando, lo
que materializaría de inmediato la consolidación del liderazgo del ya aclamado
Libertador, que estaba en camino directo y con vía libre hacia la ciudad de
Caracas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario