El Fascismo y la delincuencia organizada en
Venezuela
Teniente Coronel Edgar Alejandro Lugo Pereira
Especialista en Historia Militar
¡Cuando me hablan de cultura, saco la pistola!
Hermann Wilhelm Goering
Reichsmarschall y Comandante de la Luftwaffe Nacional Socialista Alemán, juzgado como criminal de guerra en los tribunales de Núremberg. Se suicidó cobardemente antes de ser ejecutado el 15 de octubre de 1946.
Aunque la atribución a Goering es dudosa, la
línea aparece en la obra teatral nazi Schlageter, por Hanns Johst: “Wenn ich
Kultur höre... entsichere meinen Browning…
Se ha escrito tanto del Fascismo, que hoy en
día cualquier parámetro puede servir para conceptualizarlo o describirlo.
¡Total!
¿A quién le importa realmente enseñar a entender
este fenómeno social aterrador?
No deseo caer en el uso tradicional y
simplista de lo que representa en sí mismo, una de las obras maestras del
amedrentamiento físico y psicológico que han hecho de esta arma discursiva
desde los albores de la humanidad, una herramienta indispensable para ejercer
formas y modelos de poder.
¿Pero cuáles formas y modelos de poder, el
político, el económico, el social, se
podrían preguntar algunos?
¿Totalitarismo?
¿Autoritarismo?
¿Comunismo?
¿Militarismo?
¿Capitalismo?
¿Socialismo?
El Fascismo esta interrelacionado con las
formas de conducción de las sociedades. Es algo intrínsecamente humano y no se
puede derivar. Es la reacción natural por excelencia, convertida en modelo
usado para imponer, someter, subyugar y aterrorizar a la población y sus
métodos persiguen causarle tanto o más daño al que se considera enemigo del
sistema, y su fin último consistiría en el uso sistemático y escalonado de la
violencia para anular a su contendor, trayendo como consecuencia, la imposición
de una forma de dominación representada en el poder cualquiera sea su tendencia
ideológica.
¡No hay escenario de confrontación más odioso
y recalcitrante que estar en completa incertidumbre!
El Fascismo necesita, convertirse en un
vector de flujo y destrucción, para canalizar la energía humana que va a
generar las consecuencias que dentro de su planificación, los ideólogos han
diseñado, para alcanzar sus objetivos. Una vez logrado esto, generalmente el siguiente paso será controlar el poder, se organizan las facciones
que cumplirán determinados roles para coadyuvar con el objetivo estratégico de
eliminar rápida y de manera contundente toda oposición, radicalizando sus
posiciones en lo político, económico, cultural y militar. Para ello es
importante obtener el monopolio de la fuerza de las armas.
¡SALGAN A DESCARGAR LA ARRECHERA!
Esta expresión se convirtió en un catalizador
para que el flujo prediseñado de fuerzas de choque, generaran en abril 2014,
acciones violentas que causaron la muerte de once personas y un número
importante de personas heridas.
¿Esto es fascismo? Desde el punto de vista
conceptual “Sí”, pero observando sus condiciones y el entorno donde se
manifestaron los acontecimientos, “No”.
¡He aquí donde la delincuencia organizada
hace su aparición!
Tenemos un ordenamiento jurídico,
fundamentado en el respeto a los derechos humanos, a su vez nos proporciona las
herramientas necesarias para hacerlos valer, ninguna constitución a nivel
mundial, brinda este tipo de protección ciudadana.
¿Entonces, porque se la ha dado el
tratamiento de fascistas a unos delincuentes?
La violación del estado de derecho debe ser
castigada con el máximo de pena posible dentro de nuestra legislación.
La delincuencia organizada, ha sometido a la
sociedad venezolana a un estado de indefensión e incertidumbre palpable, sin
embargo, hemos venido ocupando los espacios para negarles terreno a las
manifestaciones del fascismo, concepto con el cual han maquillado tanta
violencia depredadora de la paz.
Este hecho fatal no es nuevo, se ha venido
desarrollando desde principios de la década de 1970 hasta finales de los 90, y
nos ha llevado hacia un proceso de anarquía política muy bien dirigido por los
poderes hegemónicos del orbe bajo el signo de una permanente e indetenible
corrupción, erosionando al pueblo venezolano hasta convertirlo prácticamente,
en un conglomerado de despojos sociales, una estructura deshumanizada y sin
conciencia histórica, despojada de su sentido nacional, desconociendo hasta su
soberanía y significado de patria.
Estos elementos en la actualidad constituyen
claves estratégicas fundamentales, para doblegar el espíritu nacional, el
sentimiento patriótico, y da por hecho la cancelación del ejercicio de la
soberanía de los pueblos, que buscan sobrevivir en el concierto de las naciones.
En la actualidad, el Estado venezolano, ha venido
trabajando para desmontar estas estructuras corruptas de poder arraigadas tan
profundamente, que forman parte activa de nuestra venezolanidad. Es un proceso
agotador y desgastante, pero hay que hacerlo para evitar escenarios
conflictivos de mayor envergadura.
El Fascismo apuesta todos sus recursos de
dominación, para poder conducir a las sociedades afectadas hacia la desaparición
de su identidad, sustituyéndola por antivalores representados en el consumismo,
el mundo del entretenimiento, la frivolidad, el debilitamiento de los sistemas
educativos y la negación absoluta de sus propias realidades.
La delincuencia organizada, ocupa los
espacios, muta constantemente, se disfraza de Fascismo, se identifica con
causas inverosímiles, busca constantemente la oportunidad, para generar una
ganancia, persigue la protección de funcionarios y ONG´S de dudosa procedencia,
usurpa y trastoca la historia a sus intereses, se rodea de buen gusto y
exclusividad.
El Fascismo, uniforma a la sociedad, se vale
de sus necesidades para ofrecerles esperanzas mesiánicas, es xenofóbica por
excelencia, persigue implacablemente a la disidencia, confisca la libertad de
expresión, elimina el culto religioso, es homofóbica, impone castas y
separación social, va radicalmente contra las expresiones culturales, es
asesina por naturaleza.
¡En fin!
No confundamos los movimientos fascistas que
tratan de imponer su ideología trastocada y fuera de contexto histórico en
Venezuela, con una partida de delincuentes organizados, disfrazados de políticos
y comerciantes inescrupulosos con ansias desesperadas de llegar al poder, para
subastar al mejor postor, nuestra patria venezolana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario