sábado, 26 de julio de 2014

SEXTA ENTREGA ENSAYO CRÍTICO SOBRE LA PAZ


SEXTA ENTREGA
ENSAYO CRÍTICO SOBRE LA PAZ


Escrito por:


Teniente Coronel Edgar Alejandro Lugo Pereira.


Especialista en Historia Militar.


No obstante la paz en el plano de las relaciones humanas, resulta ser una realidad bastante dinámica, y hay que esforzarse para poder garantizarla, y es la disuasión a través de la integración, que nos ofrece un reto de grandes proporciones. Plantear la unión de los pueblos, sin recurrir al elemento de la violencia como arma para amedrentar al enemigo superior, es tarea prioritaria y objetivo de los gobiernos de turno, sin menoscabo de la tranquilidad de los pueblos a quienes gobiernan, y al mismo tiempo, entender que practicar la paz no es sinónimo de debilidad sino de gran fortaleza.


 Esa fortaleza radica básicamente, en la memoria de los pueblos gobernados que confían en sus dirigentes, para ser conducidos por el camino de la tranquilidad pública y el bien común, sin esperar otro resultado que no sea precisamente el deseo de vivir en paz.


La riqueza de la paz brota precisamente de la necesidad de convivir en armonía, sin embargo esa armonía; hoy en día, esta desentonada por la práctica de antivalores que nutren la violencia sistematizada a través de los medios de comunicación, la moda, la música popular, el consumismo desmedido y sin control que se impuso sobre el mundo civilizado, generando una dialéctica entre lo que produce satisfacción y felicidad y lo no deseado, el sufrimiento.


         Estableciendo una máxima sobre la paz, la misma se debe construir sobre la base de saber escuchar el clamor de los pueblos.


Los gobiernos tienen ese deber insoslayable de comprometerse profundamente con esa contundente verdad, es la única vía y modo de acceder a ella, pero hemos olvidado cómo hacerlo, precisamente por dejar de practicar las virtudes sustituyéndolos por otros aspectos más violentos y siniestros del comportamiento humano que se han transmitido de generación en generación.


La ley natural nos impone a través de la conciencia moral practicar la paz, mostrando sus efectos y traduciéndola en actitudes, comportamientos y expresiones positivamente favorables que permitirán abrir los procesos de diálogo permanente y con ello cancelar la violencia que irrumpe como resultado de la intransigencia e inobservancia de los procesos naturales de socialización mas allá de la raza, condición social, política o religiosa que marcan a un conglomerado humano.


La crisis de los valores y principios morales son hoy en día un hecho muy grave, se han invertido e invisibilizado en un boicoteo sin cartel acorralada por los protagonistas de la cultura de la muerte, es urgente educar a la conciencia para reencontrarnos con ella y revitalizar la actuación de la paz como pieza única de la nueva cultura que erosionara la popular cultura por la muerte y sus consecuencias.


¿Tenemos anestesiada la conciencia, que no nos damos cuenta de la precaria situación que la humanidad tiene en la actualidad?


Se comenta por todas partes y por diferentes medios comunicacionales, sobre el estigma de la corrupción, y de la irresponsabilidad de los políticos aliados con el mundo financiero, o lo que es igual a la ecuación:


Poder + dinero= dominación.


Es la práctica constante de este fenómeno, lo que ha permitido elevar la inconsciencia moral, la falta de responsabilidad, el afán de lucro desmedido, lo superfluo y banal y la falta de justicia social y solidaridad, sobre las conciencias de la mayoría que solo observan en silencio, como se desarman las sociedades y se debilitan los principios naturales de la vida, para convertir a los seres humanos en simples obreros sin destino, absorbiendo toda su plusvalía para generar un estado final deseado como es el amortajar y enterrar la equidad y junto a ella la paz.
Continuará...

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