jueves, 3 de julio de 2014

CUARTA ENTREGA: ENSAYO CRITÍCO SOBRE LA PAZ


                                                                                                    (3)

ENSAYO CRÍTICO SOBRE LA PAZ
Escrito por:
Teniente Coronel Edgar Alejandro Lugo Pereira
Especialista en Historia Militar

CUARTA ENTREGA



 Vista la riqueza del término paz, tanto en su definición como en su significado etimológico y dado su amplia constitución para su consecución, se considera conveniente analizar la concepción filosófica de la paz.
…“Paz es la máxima integración del ser humano en sus relaciones personales y sociales. Desde la antigüedad este concepto es tema de especulación filosófica y objeto de la esperanza religiosa de salvación”[1]
Sin embargo existe mucha gente que no se preocupa ni les interesa construir y vivir en paz; de hecho, son ellos incluso los enemigos de la paz. Constructores y protagonistas de una industria de la anti-paz, viven de la guerra, del odio, la violencia, la carrera armamentista, protagonista de la cultura de la muerte, boicoteando y derrumbando cualquier esfuerzo en pro de la paz.
Pero no por ello pierde valor la paz; al contrario, esta máxima de los hombres de buena voluntad, adquiere una aspiración mayor tanto en lo personal como en lo social, y es allí donde la paz encuentra su atalaya, la justicia social generadora del bien común.
Desde el punto de vista sociológico, una sociedad que manifiesta un comportamiento equilibrado, transparenta felicidad, cuando se observa en los pueblos tranquilidad y sosiego, su conducta refleja su orden interior, el cual podemos denominar precisamente: un estado de paz.
Por el contrario cuando una sociedad esta desequilibrada observa un desorden interior, generando falta de armonía que es causa aparente de estar en pie de guerra contra otras personas, acompañada de niveles de agresividad que varían según los estímulos negativos presentes en su entorno, esto puede ser visto desde la actitud individual, hasta la colectiva y puede ser medible y cuantificable estadísticamente; de hecho, la importancia del control estadístico de una sociedad permite conducir de manera efectiva el ejercicio de las políticas en las diferentes áreas, y su fin es: reducir los impactos negativos que generan las incertidumbres con las que se someten diariamente a un conglomerado humano.
La ansiedad es el estado último de la angustia existencial y el ariete con que se derrumba la paz, siendo el caso más severo la perdida de la paz interior individual, y cuando esta se suma a otros en un colectivo, de inmediato aparece la negación de la esperanza y por ende, la pérdida absoluta de la paz. Con esto ya se tiene el abono necesario para que irrumpa en el escenario, los estados de beligerancia propios de las sociedades en conflicto.
… “Angustia es un sentimiento de inquietud por un mal que se aproxima. Aunque en general está orientada a un objeto, no obstante puede surgir sin presencia de ningún objeto desde su base físico-psíquica. Mientras que la agresión mueve al hombre a combatir un mal, la angustia incita a eludir el mal o huir de él. Cuando eso es imposible, la angustia con frecuencia se trueca en agresión… La angustia no solo se refiere a un mal material, sino también a la amenaza de valores espirituales y del sentido de la existencia humana”[2]
            ¿Es qué acaso hasta el miedo puede perturbar la paz del hombre? Por lo visto sí. Aunque el miedo necesita una percepción cuidadosa de la fuente de donde proviene, resulta cierto, que la fuente aun siendo conocida, la persona no la pueda controlar. Un ejemplo clásico es el caso de un hijo, que a conciencia ha hecho algo malo y súbitamente aparece el padre, de inmediato el miedo se hace presente.
         …“Yahveh. Dios, llamó al hombre y le dijo: ¿Dónde estás? Este contestó: Te oí andar por el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo; por eso me escondí”[3]
         Resulta cierto que el hombre a conciencia, sabe discernir cuando ha perdido su orden interior; su estado de paz y como resultado la sociedad también, ya que forma una parte del todo, convirtiéndose en un absoluto del cual no se puede disgregar, apareciendo otro elemento negativo que atenta contra la paz y está representada en la palabra ansiedad.
Continuará...



[1] BRUGGER, Walter. “Paz” en Diccionario de Filosofía. Editorial Herder. Barcelona, 1983, pág. 418.
[2] ROTER. “Angustia” en: Diccionario de Filosofía. Editorial Herder. Barcelona, 1983.  pág. 62.
[3] Génesis. Capitulo 3. Versículos 9 y 10.

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