sábado, 15 de junio de 2013

El ejemplo que Caracas dio. Análisis retrospectivo de la conjura de los mantuanos, acontecida el 19 de abril de 1810



Artículo escrito por: 
Teniente Coronel Edgar Alejandro Lugo Pereira
Especialista en Historia Militar

!En tono de sorna¡

Debemos agradecer a Francia y a Napoleón, por habernos despertado del letargo colonial en que estábamos sumergidos. Un imperio trato de someter a otro, sin preguntar: ¿Si los americanos nos encontrábamos dispuestos a pasar de un trono a otro trono?

Antecedentes

El rey Fernando VII fraguó un golpe de Estado contra su propio padre Carlos IV, depuesto a su vez por Napoleón Bonaparte luego de una ocupación militar sin precedentes en 1807; para apoderarse de toda la Península Ibérica y así bloquear continentalmente al reino de Gran Bretaña, con el cual estaba en guerra. Napoleón logró las abdicaciones de Carlos IV y de Fernando VII, y proclamó a su hermano como rey de España bajo el nombre de José I. Seguidamente, exilió a la familia real española por más de 5 años como prisioneros de lujo en un cómodo castillo en Francia.
Trastornado todo el régimen, una escalada de sublevaciones y de resistencia anti francesa envolvería a toda España en una guerra popular de liberación conocida como: Guerra de Independencia española. Este ejemplo de resistencia española en contra de Francia, despertó simpatías en el pueblo de las colonias americanas españolas, que a una voz gritó: muera el tirano francés, viva Fernando VII. El deseado.

Desarrollo de los acontecimientos

Ya en América, se habían presentado conspiraciones y movimientos precursores a favor de la independencia, sin embargo, fueron en su totalidad contenidos y duramente castigados. Faltaba una razón más poderosa que solo desear la libertad, y sería la Francia napoleónica que la proporcionaría.

¿Por qué Francia?

Las ambiciones de gloria eterna flotaban en la mente del corso, megalomanías comparables con su ego, pues de por sí, era grande. El deseo de Napoleón era subyugar a todas las monarquías europeas en especial la portuguesa y la española, y así controlar el comercio de América, enriquecer a Francia y someter a los británicos.

¿Por qué los mantuanos?

La clase comerciante colonial acariciaba desde muchas décadas atrás, el deseo de controlar las exportaciones e intercambiar a título de iguales con cualquier territorio de ultramar, surgiendo consabidos cuestionamientos y una de los más reincidentes era: ¿Por qué la corrupta clase monárquica española peninsular, debía regir los destinos de la poderosa clase comerciante americana?

Desarrollo de los acontecimientos

Entre el 17 y 18 de abril, atracó un barco en La Guaira con noticias de España. Traía los comisionados del Consejo de Regencia de Cádiz, portadores de versiones fidedignas y ordenaba a la Provincia de Venezuela, reconocer la autoridad de las Cortes de Cádiz, como fieles regentes del poder real de Fernando VII, sobre esta representación, pesaban serias dudas respecto a la legitimidad de la información. Los mantuanos no iban a aceptar la subordinación, estaban convencidos de que eran funcionarios traidores a la causa de Fernando VII, y lacayos serviles de Francia, por ello increparon a Emparan, para tomar partido a la causa del deseado.

El Capitán General Vicente Emparan, bajo la enorme presión y pretensiones de la clase mantuana caraqueña no definía su intención política, mostrando fuerte resistencia a formar parte del ya movilizado pueblo caraqueño que a tropeles, se iría concentrando en la Plaza Mayor de Caracas, más por la novedad y la curiosidad de la situación, gracias a los días de congregación religiosa de Semana Santa, que por algún sentimiento legítimo de libertad. !Eso vendría después¡

Lo preparado aquella mañana del 19 y lo logrado por los mantuanos caraqueños, aliados con la masa tenaz del pueblo que presionaba desde la Plaza Mayor, era una revolución municipal, como una Junta de Gobierno en toda la Provincia de Venezuela, persiguiendo el objetivo estratégico de adjudicarse plenos poderes de autodeterminación, mediante el desconocimiento de las autoridades coloniales afrancesadas, principalmente la de Vicente Emparan, y declarando fidelidad al depuesto rey.

Se consolida la conjura

Todo era un escenario montado para desconocer la autoridad de Emparan y proclamar una Junta de Gobierno, independiente del Consejo de Regencia de Cádiz considerada usurpadora del poder. Los mantuanos expresaban reconocer la autoridad de Fernando VII, pero desconocían un organismo intermediario e inconsulto como la Regencia. Vicente Emparan relataría tiempo después:

“…Como muchos de los que en Caracas llaman mantuanos, que son la clase primera en distinción, estaban poseídos del espíritu de rebelión, dos veces intentada y desvanecida, y es la misma, de sus partes y deudos, la oficialidad del cuerpo veterano y de las milicias, fraguaron la revolución (…). Los mantuanos revolucionarios me despojaron del mando, obligándome a que les transfiriese el Cabildo, que hizo cabeza de la rebelión”

Consecuencias

Al asumir el poder, el Cabildo de Caracas se convertiría en el punto político central de todas las provincias de la Capitanía General de Venezuela. Se invitaría inmediatamente a todos los Cabildos del país (cerca de 20) a proceder del mismo modo, y enviar sus representantes a Caracas en favor de un gobierno nacional. El Cabildo caraqueño se había transformado en la Junta Conservadora de los Derechos de Fernando VII.

Conclusiones

Todo estaba claro, la suma de las partes daba como resultado un todo, un absoluto. Era el choque de los modelos económicos de producción colonial, uno con características feudales recalcitrantes, con estructuras de organización y distribución odiosas y arcaicas para ser consideradas por los mantuanos. El otro, un modelo abiertamente competitivo en el cual el comercio marítimo se aceleraba, producto de las innovaciones tecnológicas y científicas: mayor velocidad de los navíos, mayor capacidad de carga, mejores tripulaciones, todo impulsado por la necesidad de construir grandes fortunas. Generando la cruenta explotación de las colonias americanas, sometidas a la expoliación del hombre por el hombre.

Esta es nuestra cedula originaria, es el crisol de fundición de una nacionalidad, de una identidad única, forjada en el calor de la lucha por la independencia absoluta, de ser dueños y rectores del futuro haciendo prevalecer el presente, hemos recorrido 203 años como entidad, muchos han ofrendado su vida por fortalecerla. ¡No los defraudemos, es nuestro compromiso! Debemos combatir las ambiciones insensatas de elementos innombrables, que buscan confiscar esa libertad, hoy día es vital preservarla hasta sus últimas consecuencias.

Es el futuro de las generaciones por venir. Es nuestra responsabilidad defender a ultranza el legado de los libertadores, somos nosotros, como parte de esta patria grande, hermosa, llamada Venezuela.

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