domingo, 22 de septiembre de 2013

BICENTENARIO DE LA MUERTE EN LA BATALLA DE BARBULA DEL CORONEL MANUEL ATANASIO GIRARDOT DIAZ


BICENTENARIO DE LA MUERTE EN LA BATALLA DE BARBULA DEL CORONEL MANUEL ATANASIO GIRARDOT DIAZ


Escrito por: Tcnel Edgar Alejandro Lugo Pereira
Especialista en Historia Militar

 
Prefacio

… Mí estimada amiga: doy a usted y a toda su familia mil enhorabuenas por los felices sucesos del valiente y afortunado Atanasio… Remito a usted una copia de los boletines del Ejército y el parte que dio Atanasio a Bolívar, que le ama y lo distingue como es de justicia… (Boletín)…La acción de Carache o de Agua de Obispos ha sido más brillante y de más ventajas que las de Monserrate y Ventaquemada: ha cubierto de gloria a Girardot y a sus oficiales. Creo que el Congreso lo haga Coronel y conceda un escudo de valor a la tropa y oficiales… (Fin del boletín) Saludo a mi amigo el Coronel Girardot…

Carta escrita el 2 de julio de 1813, por Don Antonio Villavicencio a la madre de Girardot para congratularla por la actuación de su hijo.

 
Hablar de nuestro héroe epónimo nos obliga a rememorar y refrescar realmente quien fue este hombre y porqué esta ahora con todos nosotros, quizás en la impronta del adalid de la libertad y su sacrificio a temprana edad, nos permitirá comprender, la altura del significado de las palabras “Deber Cumplido”.

Manuel Atanasio Girardot Díaz. Teniente Coronel de los Ejércitos de la Unión de la Nueva Granada, Comandante del 4to Batallón de Línea y de las Divisiones que componen la Vanguardia del Ejército de Operaciones del Norte, destinado a libertar a los oprimidos pueblos de Venezuela, de que es General en Jefe, el Brigadier ciudadano Simón Bolívar. Asumió su responsabilidad ante el destino y la historia, al encarar una hazaña digna de las leyendas épicas griegas de Ajax, Ulises y Leónidas. Hombre acerado y valeroso, nada era capaz de contenerlo, nadie era capaz de amedrentarlo, amante de la ofensiva napoleónica, Bolívar dio de sí, las más grandes alabanzas, ya que él era capaz de entender a cabalidad, las ordenes emanadas por el Estado Mayor durante la fase de planificación de la operación militar denominada: “Campaña Admirable”.

 Atanasio no comando por accidente o casualidad la vanguardia del Ejército Libertador. Bolívar sin dudarlo, le encomendó el empleo. Se veía reflejado el mismo en Girardot. Las proezas hechas por este fiel combatiente las envidiaba su comandante supremo, no por el hecho de carecer de su valentía, sino por el deseo de estar allí junto a Atanasio, en el fragor del combate, cuando las líneas se cerraban y la batalla era inminente, los corazones palpitaban con gran estrepito esperando el momento de la inmolación, era en ese instante que la voz del héroe hacia destemplar los nervios de sus soldados y con gallardía, dando el ejemplo con la moral y la acción, acometiendo las filas enemigas con tenacidad y decisión. No había espacio para la duda. No había fuente para el temor. Solo había una orden que a grito violento y descarnado se emitía constantemente la cual era “libertad”.

Simón Bolívar jamás volvería a tener a un comandante con dotes militares tan excepcionales, Girardot fue un líder de pocas palabras pero de gran peso moral, cuando se plantaba frente al enemigo, no había otro que le igualase y no habría otro que le superase, Girardot se ganó en batalla su bien merecido prestigio, lo que lo convirtió en hombre de confianza de Bolívar.

 Bolívar al inicio de la Campaña Admirable da fe de la valía que mostraba el Teniente Coronel Atanasio Girardot, antes de destacarse en la vanguardia que comandaría una vez iniciara la marcha de aproximación a territorio venezolano. Este hecho por demás demostrativo y contundente, nos muestra al Brigadier Bolívar enfrentando la disolución del Ejército de la Unión Neogranadina durante la sedición, conspiración y abandono cobarde del Coronel Castillo junto al Sargento Mayor Francisco de Paula Santander… “El Coronel Castillo ha mentido no solo en afirmar este hecho sino también en todo el contexto de su insultante oficio… “Miente en decir que él ha recibido el ejército en una verdadera disolución; porque estando compuesto este de los cuerpos del Comandante Girardot, Coronel Castillo y Cartagena, yo no puedo concebir que pueda haber disolución en el 4to Batallón, mandado por un tan hábil y benemérito oficial como Girardot[1]

En las memorias del General Rafael Urdaneta, su compañero de lucha en Venezuela expresó lo siguiente: Girardot se hizo un lugar sobresaliente en todo el Ejército Libertador; su valor admirable le cubrió de gloria en los campos de Palacé, y renovó esta misma gloria en la Campaña de Venezuela.

Podemos hacer valer con absoluta claridad que este suceso, desmonta la teoría que han tratado de hacer valer los historiadores colombianos, que el General Bolívar dio libertad al territorio venezolano con tropas de la Nueva Granada, sin embargo la sedición del nefasto Coronel Castillo y de su secuaz Santander, hacen ver lo contrario, al abandonar a Bolívar en San Antonio del Táchira, dejándolo con no más de 600 soldados la mayoría de estos venezolanos, unos cuantos comandantes leales y entre ellos Girardot, quien decidió no seguir al cobarde coronel neogranadino y acompañar hasta su final trágico, a quien probadamente era su máximo líder militar.

El General en Jefe Rafael Urdaneta, dejo para la posteridad un recuento personalísimo hecho durante el desarrollo de la Campaña Admirable conocido como “Apuntamientos del General Urdaneta”[2] En esta narrativa nos describe como espectador en primera persona todos los acontecimientos relacionados con esta campaña militar. En el apuntamiento 21 nos comentó lo siguiente: Se provocó al enemigo, por cuantos medios se pudo, a que descendiera a la llanura… Al tercer día se descubrió al fin por los reconocimientos practicados por el E.M, la falta de Monteverde y la falta que los patriotas mismos no aprovecharan el descuido para atacar, para tomar el Cerro de Bárbula se dividió el ejército en tres columnas comandadas por Urdaneta, Girardot y D´Elhuyar… Un tiro perdido de los españoles quito la vida al Coronel Girardot en el mismo momento en que, vencida la subida, decía a Urdaneta: “Mire usted compañero como huyen esos cobardes. En el apuntamiento 22 describe: Había tal confianza en las tropas y en D´Elhuyar, que todo el resto de las fuerzas y el cuartel general se trasladó en la misma noche a Valencia llevando el cadáver de Girardot. La pérdida de este jefe había privado al Ejército Libertador de una de sus primeras columnas y el sentimiento fue tal que El Libertador para mitigar el dolor de la perdida, envió a un jefe granadino, con tropas granadinas para vengar su muerte y así sucedió. El Comandante D´Elhuyar batió completamente a Monteverde… Bolívar en Valencia completo los honores fúnebres de Girardot con un decreto en que no solamente quiso inmortalizar la memoria de aquel bizarro joven, sino despertar en sus compañeros el deseo de morir por merecer otro igual.

A continuación se transcribe el decreto emitido sobre la pérdida irreparable del Coronel Manuel Atanasio Girardot Díaz

  

LEY DE LA REPÚBLICA DE VENEZUELA

Para honrar la memoria del Coronel Atanasio Girardot (1813)

 "El coronel Atanasio Girardot ha muerto en este día en el campo de honor...

Las Repúblicas de la Nueva Granada y Venezuela le deben en gran parte la gloria que cubre sus armas, y la libertad de nuestro suelo. Vencedor en Palacé de un tirano formidable llevó por la primera vez el estandarte de la Independencia bajo las órdenes del general Baraya, a la oprimida Popayán. Las circunstancias extraordinarias de esta batalla memorable, la harán interesante, no sólo al mundo americano, sino a los guerreros valientes de todas las partes de la tierra.

El joven Girardot osó aguardar el ejército enemigo en número de dos mil hombres con setenta y cinco soldados en el puente del río Palacé. Tacón, el tirano de Popayán, no dudaba subrayar con aquellas fuerzas el extenso país de la Nueva Granada: destinó setecientos hombres para desalojar los defensores del puente; pero el nuevo Leónidas resolvió perecer antes con sus dignos soldados, que ceder un punto al poder del enemigo. La fortuna preservó su suerte de la desgracia de sus soldados que fueron todos muertos o heridos, y la victoria más completa premió su esforzado valor y virtud. Más de doscientos cadáveres regaron con su sangre aquel camino célebre para consagrar en caracteres terribles un monumento propio al genio guerrero del héroe. Hasta entonces la Nueva Granada no había visto un peligro mayor para su libertad recientemente adquirida, y las consecuencias del triunfo de Girardot salvaron a un tiempo a su patria de la esclavitud y del exterminio con que la amenazaba el tirano.

En la actual campaña de Venezuela, la audacia y el talento militar de Girardot han unido constantemente la victoria a las banderas que mandaba. Las provincias de Trujillo, Mérida, Barinas y Caracas, que perecían bajo el cuchillo o gemían en las cadenas, respiran libres y aseguradas por los esfuerzos con que él ha cooperado bajo las órdenes de los Jefes de la Unión. Le han visto buscar en estos campos a los ejércitos opresores, vencerlos intrépidamente, desafiando a la muerte por libertar a Venezuela. Hoy volaba a sacrificarse por ella sobre las cumbres de Bárbula, y al momento que consiguió el triunfo más decidido, terminó gloriosamente su carrera.

Siendo por lo tanto el coronel Atanasio Girardot, a quien muy principalmente debe la República de Venezuela su restablecimiento, y la Nueva Granada las victorias más importantes; por lo tanto, para consignar en los anales de la América la gratitud del pueblo venezolano a uno de sus libertadores, he resuelto y resuelvo lo siguiente:

 1.- El día 30 de setiembre será un día aciago para la República, a pesar de las glorias de que se han cubierto sus armas en este mismo día, y se hará siempre un aniversario fúnebre, que será un día de luto para todos los venezolanos.

 2.- Todos los ciudadanos de Venezuela llevarán un mes consecutivo de luto por la muerte del coronel Girardot.

 3.- Su corazón será llevado en triunfo a la capital de Caracas, donde se le hará recepción de los libertadores y se depositará en un mausoleo que se erigirá en la Catedral Metropolitana.

 4.- Sus huesos serán transportados a su país nativo, la ciudad de Antioquía en la Nueva Granada.

 5.- El cuarto batallón de línea, instrumento de sus glorias, se titulará en lo futuro el Batallón de Girardot.

 6.- El nombre de este benemérito ciudadano, se inscribirá en todos los registros públicos de las Municipalidades de Venezuela, como el primer bienhechor de la patria.

 7.- La familia de Girardot disfrutará por toda su posteridad de los sueldos que gozaba este mártir de la libertad de Venezuela, y de las demás gracias y preeminencias que debe exigir del reconocimiento del Gobierno.

 8.- Se tendrá ésta por una ley general, que se cumplirá inviolablemente en todas las provincias de Venezuela.

 9.- Se imprimirá, publicará y circulará para que llegue al conocimiento de todos sus habitantes.

Dado en el Cuartel General de Valencia, a treinta de setiembre de mil ochocientos y trece años, tercero de la Independencia y primero de la guerra a muerte; firmada de mi mano, sellada con el sello provisional de la República y refrendada por el Secretario de Estado"

 

Simón Bolívar.
 
Antonio Muñoz Tébar,
Secretario de Estado.
 

En cumplimiento de esta disposición, una procesión cívica y religiosa salió de Valencia el 10 de octubre pasando por los Guayos, Guacara, San Joaquín, Turmero, San Mateo, La Victoria, El Consejo, San Pedro y Antímano; efectuando misas en cada uno de los templos que se encontraban en el trayecto. Desde El Consejo, Bolívar se adelantó hacia Caracas, a fin de participar en el recibimiento del corazón del héroe colombiano a su llegada a la capital. Finalmente, ésta se produjo el 14 de octubre de 1813. Desde Antímano en cuya iglesia había sido depositada la urna, y a donde fueron a acompañarla Bolívar y las autoridades civiles, militares y eclesiásticas, el cortejo se dirigió a la Catedral. Allí se realizó una misa solemne, siendo depositado el corazón de Girardot, mientras se terminaba el mausoleo definitivo, el cual se edificaría en la capilla de la Santísima Trinidad, perteneciente a la familia Bolívar.

Gracias al sacrificio de hombres y mujeres por mantener celosamente guardado el espíritu de la Libertad, Igualdad y Fraternidad[3]”, hemos remontado la cuesta hacia la cima del absoluto porvenir donde debemos basar nuestros planteamientos libertarios. Flaco y débil servicio a nuestro pueblo haríamos, si dejásemos a un lado e ignoraremos estas verdades, que cobran con cada día, cada semana, cada mes y cada año de la existencia que nos antecede, mayor fuerza y por ende mayor compromiso nacional. No dejemos que intereses oscuros e impíos nos arrebaten la obra de generaciones pasadas.

Que la pérdida irreparable del Coronel Manuel Atanasio Girardot Díaz, no quede en el baúl del recuerdo republicano o en la página de un libro olvidado. Él fue, es y será la inspiración cercana y verdadera de la tenacidad con que se nos caracterizará siempre a los hombres y mujeres de uniforme que heredamos y perteneceremos para siempre al impertérrito e imbatible “Ejército Libertador”

 

 



[1] Memorias del General Daniel Florencio O´Leary. Tomo XIII,  pág. 185. Publicaciones del Ministerio de la Defensa, 1981.
[2] Memorias del General Daniel Florencio O´Leary. Tomo VI,  pág. 285, 286. Publicaciones del Ministerio de la Defensa, 1981.
[3]  José Bálsamo, Conde de Cagliostro, mejor conocido como Cagliostro, nacido en Palermo, Italia, en 1745, fue el primer masón que utilizó en la Revolución Francesa los “Principios Universales de Libertad, Igualdad y Fraternidad”, en un discurso pronunciado en una Logia de la calle Platière en París, y empezó diciendo: “Comenzaremos por la Libertad, y ante todos HH no confundáis con la independencia; no son dos hermanas que se parecen, sino dos enemigas que se odian”… “No hagáis, pues, de estas tres palabras: Libertad, Igualdad, Fraternidad, solamente la divisa de Francia; inscribidla en el lábaro de la humanidad, divisa del mundo...”. Véase: lasamotracia.com/samos/libertadigualdad.htm

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