BICENTENARIO DE LA MUERTE EN LA
BATALLA DE BARBULA DEL CORONEL MANUEL ATANASIO GIRARDOT DIAZ
Escrito por:
Tcnel Edgar Alejandro Lugo Pereira
Especialista
en Historia Militar
Prefacio
… Mí estimada amiga: doy a usted
y a toda su familia mil enhorabuenas por los felices sucesos del valiente y
afortunado Atanasio… Remito a usted una copia de los boletines del Ejército y
el parte que dio Atanasio a Bolívar, que le ama y lo distingue como es de
justicia… (Boletín)…La acción de Carache o de Agua de Obispos ha sido más
brillante y de más ventajas que las de Monserrate y Ventaquemada: ha cubierto
de gloria a Girardot y a sus oficiales. Creo que el Congreso lo haga Coronel y
conceda un escudo de valor a la tropa y oficiales… (Fin del boletín) Saludo a
mi amigo el Coronel Girardot…
Carta escrita el 2 de julio de
1813, por Don Antonio Villavicencio a la madre de Girardot para congratularla
por la actuación de su hijo.
Hablar de nuestro héroe epónimo nos
obliga a rememorar y refrescar realmente quien fue este hombre y porqué esta
ahora con todos nosotros, quizás en la impronta del adalid de la libertad y su
sacrificio a temprana edad, nos permitirá comprender, la altura del significado
de las palabras “Deber Cumplido”.
Manuel Atanasio Girardot Díaz.
Teniente Coronel de los Ejércitos de la Unión de la Nueva Granada, Comandante
del 4to Batallón de Línea y de las Divisiones que componen la Vanguardia del
Ejército de Operaciones del Norte, destinado a libertar a los oprimidos pueblos
de Venezuela, de que es General en Jefe, el Brigadier ciudadano Simón Bolívar. Asumió
su responsabilidad ante el destino y la historia, al encarar una hazaña digna
de las leyendas épicas griegas de Ajax, Ulises y Leónidas. Hombre acerado y
valeroso, nada era capaz de contenerlo, nadie era capaz de amedrentarlo, amante
de la ofensiva napoleónica, Bolívar dio de sí, las más grandes alabanzas, ya
que él era capaz de entender a cabalidad, las ordenes emanadas por el Estado
Mayor durante la fase de planificación de la operación militar denominada:
“Campaña Admirable”.
Atanasio no comando por accidente o casualidad
la vanguardia del Ejército Libertador. Bolívar sin dudarlo, le encomendó el
empleo. Se veía reflejado el mismo en Girardot. Las proezas hechas por este
fiel combatiente las envidiaba su comandante supremo, no por el hecho de
carecer de su valentía, sino por el deseo de estar allí junto a Atanasio, en el
fragor del combate, cuando las líneas se cerraban y la batalla era inminente,
los corazones palpitaban con gran estrepito esperando el momento de la
inmolación, era en ese instante que la voz del héroe hacia destemplar los
nervios de sus soldados y con gallardía, dando el ejemplo con la moral y la
acción, acometiendo las filas enemigas con tenacidad y decisión. No había espacio
para la duda. No había fuente para el temor. Solo había una orden que a grito
violento y descarnado se emitía constantemente la cual era “libertad”.
Simón Bolívar jamás volvería a
tener a un comandante con dotes militares tan excepcionales, Girardot fue un
líder de pocas palabras pero de gran peso moral, cuando se plantaba frente al
enemigo, no había otro que le igualase y no habría otro que le superase, Girardot
se ganó en batalla su bien merecido prestigio, lo que lo convirtió en hombre de
confianza de Bolívar.
Bolívar al inicio de la Campaña Admirable da
fe de la valía que mostraba el Teniente Coronel Atanasio Girardot, antes de
destacarse en la vanguardia que comandaría una vez iniciara la marcha de
aproximación a territorio venezolano. Este hecho por demás demostrativo y
contundente, nos muestra al Brigadier Bolívar enfrentando la disolución del Ejército
de la Unión Neogranadina durante la sedición, conspiración y abandono cobarde
del Coronel Castillo junto al Sargento Mayor Francisco de Paula Santander… “El
Coronel Castillo ha mentido no solo en afirmar este hecho sino también en todo
el contexto de su insultante oficio… “Miente en decir que él ha recibido el
ejército en una verdadera disolución; porque estando compuesto este de los
cuerpos del Comandante Girardot, Coronel Castillo y Cartagena, yo no puedo
concebir que pueda haber disolución en el 4to Batallón, mandado por un tan
hábil y benemérito oficial como Girardot[1]…
En las memorias del General
Rafael Urdaneta, su compañero de lucha en Venezuela expresó lo siguiente:
Girardot se hizo un lugar sobresaliente en todo el Ejército Libertador; su
valor admirable le cubrió de gloria en los campos de Palacé, y renovó esta
misma gloria en la Campaña de Venezuela.
Podemos hacer valer con absoluta
claridad que este suceso, desmonta la teoría que han tratado de hacer valer los
historiadores colombianos, que el General Bolívar dio libertad al territorio
venezolano con tropas de la Nueva Granada, sin embargo la sedición del nefasto
Coronel Castillo y de su secuaz Santander, hacen ver lo contrario, al abandonar
a Bolívar en San Antonio del Táchira, dejándolo con no más de 600 soldados la
mayoría de estos venezolanos, unos cuantos comandantes leales y entre ellos
Girardot, quien decidió no seguir al cobarde coronel neogranadino y acompañar
hasta su final trágico, a quien probadamente era su máximo líder militar.
El General en Jefe Rafael
Urdaneta, dejo para la posteridad un recuento personalísimo hecho durante el
desarrollo de la Campaña Admirable conocido como “Apuntamientos del General
Urdaneta”[2]
En esta narrativa nos describe como espectador en primera persona todos los
acontecimientos relacionados con esta campaña militar. En el apuntamiento 21
nos comentó lo siguiente: Se provocó al enemigo, por cuantos medios se pudo, a
que descendiera a la llanura… Al tercer día se descubrió al fin por los
reconocimientos practicados por el E.M, la falta de Monteverde y la falta que
los patriotas mismos no aprovecharan el descuido para atacar, para tomar el Cerro
de Bárbula se dividió el ejército en tres columnas comandadas por Urdaneta,
Girardot y D´Elhuyar… Un tiro perdido de los españoles quito la vida al Coronel
Girardot en el mismo momento en que, vencida la subida, decía a Urdaneta: “Mire
usted compañero como huyen esos cobardes. En el apuntamiento 22 describe: Había
tal confianza en las tropas y en D´Elhuyar, que todo el resto de las fuerzas y
el cuartel general se trasladó en la misma noche a Valencia llevando el cadáver
de Girardot. La pérdida de este jefe había privado al Ejército Libertador de
una de sus primeras columnas y el sentimiento fue tal que El Libertador para mitigar
el dolor de la perdida, envió a un jefe granadino, con tropas granadinas para
vengar su muerte y así sucedió. El Comandante D´Elhuyar batió completamente a
Monteverde… Bolívar en Valencia completo los honores fúnebres de Girardot con
un decreto en que no solamente quiso inmortalizar la memoria de aquel bizarro
joven, sino despertar en sus compañeros el deseo de morir por merecer otro
igual.
A continuación se transcribe el
decreto emitido sobre la pérdida irreparable del Coronel Manuel Atanasio
Girardot Díaz
LEY DE LA REPÚBLICA
DE VENEZUELA
Para honrar la
memoria del Coronel Atanasio Girardot (1813)
"El coronel Atanasio Girardot ha muerto
en este día en el campo de honor...
Las Repúblicas de la Nueva Granada y Venezuela
le deben en gran parte la gloria que cubre sus armas, y la libertad de nuestro
suelo. Vencedor en Palacé de un tirano formidable llevó por la primera vez el
estandarte de la Independencia bajo las órdenes del general Baraya, a la
oprimida Popayán. Las circunstancias extraordinarias de esta batalla memorable,
la harán interesante, no sólo al mundo americano, sino a los guerreros
valientes de todas las partes de la tierra.
El joven Girardot osó aguardar el
ejército enemigo en número de dos mil hombres con setenta y cinco soldados en
el puente del río Palacé. Tacón, el tirano de Popayán, no dudaba subrayar con
aquellas fuerzas el extenso país de la Nueva Granada: destinó setecientos
hombres para desalojar los defensores del puente; pero el nuevo Leónidas
resolvió perecer antes con sus dignos soldados, que ceder un punto al poder del
enemigo. La fortuna preservó su suerte de la desgracia de sus soldados que
fueron todos muertos o heridos, y la victoria más completa premió su esforzado
valor y virtud. Más de doscientos cadáveres regaron con su sangre aquel camino
célebre para consagrar en caracteres terribles un monumento propio al genio
guerrero del héroe. Hasta entonces la Nueva Granada no había visto un peligro mayor
para su libertad recientemente adquirida, y las consecuencias del triunfo de
Girardot salvaron a un tiempo a su patria de la esclavitud y del exterminio con
que la amenazaba el tirano.
En la actual campaña de
Venezuela, la audacia y el talento militar de Girardot han unido constantemente
la victoria a las banderas que mandaba. Las provincias de Trujillo, Mérida,
Barinas y Caracas, que perecían bajo el cuchillo o gemían en las cadenas,
respiran libres y aseguradas por los esfuerzos con que él ha cooperado bajo las
órdenes de los Jefes de la Unión. Le han visto buscar en estos campos a los
ejércitos opresores, vencerlos intrépidamente, desafiando a la muerte por
libertar a Venezuela. Hoy volaba a sacrificarse por ella sobre las cumbres de
Bárbula, y al momento que consiguió el triunfo más decidido, terminó
gloriosamente su carrera.
Siendo por lo tanto el coronel
Atanasio Girardot, a quien muy principalmente debe la República de Venezuela su
restablecimiento, y la Nueva Granada las victorias más importantes; por lo
tanto, para consignar en los anales de la América la gratitud del pueblo
venezolano a uno de sus libertadores, he resuelto y resuelvo lo siguiente:
1.- El día 30 de setiembre será un
día aciago para la República, a pesar de las glorias de que se han cubierto sus
armas en este mismo día, y se hará siempre un aniversario fúnebre, que será un
día de luto para todos los venezolanos.
2.- Todos los ciudadanos de
Venezuela llevarán un mes consecutivo de luto por la muerte del coronel
Girardot.
3.- Su corazón será llevado en
triunfo a la capital de Caracas, donde se le hará recepción de los libertadores
y se depositará en un mausoleo que se erigirá en la Catedral Metropolitana.
4.- Sus huesos serán transportados
a su país nativo, la ciudad de Antioquía en la Nueva Granada.
5.- El cuarto batallón de línea,
instrumento de sus glorias, se titulará en lo futuro el Batallón de Girardot.
6.- El nombre de este benemérito
ciudadano, se inscribirá en todos los registros públicos de las Municipalidades
de Venezuela, como el primer bienhechor de la patria.
7.- La familia de Girardot
disfrutará por toda su posteridad de los sueldos que gozaba este mártir de la
libertad de Venezuela, y de las demás gracias y preeminencias que debe exigir
del reconocimiento del Gobierno.
8.- Se tendrá ésta por una ley
general, que se cumplirá inviolablemente en todas las provincias de Venezuela.
9.- Se imprimirá, publicará y
circulará para que llegue al conocimiento de todos sus habitantes.
Dado en el Cuartel General de Valencia, a treinta de setiembre de mil
ochocientos y trece años, tercero de la Independencia y primero de la guerra a
muerte; firmada de mi mano, sellada con el sello provisional de la República y
refrendada por el Secretario de Estado"
Simón Bolívar.
Antonio Muñoz Tébar,
Secretario de Estado.
En cumplimiento de esta
disposición, una procesión cívica y religiosa salió de Valencia el 10 de
octubre pasando por los Guayos, Guacara, San Joaquín, Turmero, San Mateo, La
Victoria, El Consejo, San Pedro y Antímano; efectuando misas en cada uno de los
templos que se encontraban en el trayecto. Desde El Consejo, Bolívar se
adelantó hacia Caracas, a fin de participar en el recibimiento del corazón del
héroe colombiano a su llegada a la capital. Finalmente, ésta se produjo el 14 de
octubre de 1813. Desde Antímano en cuya iglesia había sido depositada la urna,
y a donde fueron a acompañarla Bolívar y las autoridades civiles, militares y
eclesiásticas, el cortejo se dirigió a la Catedral. Allí se realizó una misa
solemne, siendo depositado el corazón de Girardot, mientras se terminaba el
mausoleo definitivo, el cual se edificaría en la capilla de la Santísima
Trinidad, perteneciente a la familia Bolívar.
Gracias al sacrificio de hombres
y mujeres por mantener celosamente guardado el espíritu de la Libertad,
Igualdad y Fraternidad[3]”,
hemos remontado la cuesta hacia la cima del absoluto porvenir donde debemos
basar nuestros planteamientos libertarios. Flaco y débil servicio a nuestro
pueblo haríamos, si dejásemos a un lado e ignoraremos estas verdades, que
cobran con cada día, cada semana, cada mes y cada año de la existencia que nos
antecede, mayor fuerza y por ende mayor compromiso nacional. No dejemos que
intereses oscuros e impíos nos arrebaten la obra de generaciones pasadas.
Que la pérdida irreparable del
Coronel Manuel Atanasio Girardot Díaz, no quede en el baúl del recuerdo
republicano o en la página de un libro olvidado. Él fue, es y será la
inspiración cercana y verdadera de la tenacidad con que se nos caracterizará
siempre a los hombres y mujeres de uniforme que heredamos y perteneceremos para
siempre al impertérrito e imbatible “Ejército Libertador”
[1] Memorias del General Daniel Florencio O´Leary. Tomo
XIII, pág. 185. Publicaciones del
Ministerio de la Defensa, 1981.
[2] Memorias
del General Daniel Florencio O´Leary. Tomo VI,
pág. 285, 286. Publicaciones del Ministerio de la Defensa, 1981.
[3] José Bálsamo, Conde de Cagliostro, mejor
conocido como Cagliostro, nacido en Palermo, Italia, en 1745, fue el primer
masón que utilizó en la Revolución Francesa los “Principios Universales de
Libertad, Igualdad y Fraternidad”, en un discurso pronunciado en una Logia de
la calle Platière en París, y empezó diciendo: “Comenzaremos por la Libertad, y
ante todos HH no confundáis con la independencia; no son dos hermanas que se
parecen, sino dos enemigas que se odian”… “No hagáis, pues, de estas tres
palabras: Libertad, Igualdad, Fraternidad, solamente la divisa de Francia;
inscribidla en el lábaro de la humanidad, divisa del mundo...”. Véase:
lasamotracia.com/samos/libertadigualdad.htm
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