lunes, 2 de septiembre de 2013

ENSAYO: LOGÍSTICA EN LA GUERRA DE LAS MALVINAS Y LAS GEORGIAS DEL SUR, SU IMPORTANCIA Y LAS CONSECUENCIAS DE LA MALA PLANIFICACIÓN MILITAR


 
Escrito por:

Teniente Coronel Edgar Alejandro Lugo Pereira

Especialista en Historia Militar
 

La Guerra de las Malvinas fue una acción militar nacida como consecuencia de una aspiración legítima de los argentinos en la reclamación del archipiélago que lleva ese nombre. La junta militar que gobernaba para ese entonces, decidió estimular el apoyo popular para garantizar  su permanencia en el poder, este por cierto, muy debilitado por las profundas crisis sociales y económicas que afectaban a esa nación a finales de los 70 y comienzo de los 80.

Iniciadas las hostilidades el 02 de abril de 1982, con la ocupación de Puerto Argentino por parte de una fuerza militar combinada de las Fuerzas Armadas Argentinas, estas islas ubicadas a 470 Km. de la costa argentina, permitieron justificar la reclamación territorial histórica en contra de Inglaterra, lo que consecuentemente daría inicio a un estado de beligerancia que desembocaría en un conflicto directo con Gran Bretaña.

Los argentinos dentro de la planificación militar, poco se preocuparon por garantizar el apoyo logístico de sus contingentes empeñados en la conflagración. Los informes de inteligencia presumían: que los británicos no iban a desplazar sus fuerzas militares desde Inglaterra hasta el archipiélago precisamente, porque era poco probable movilizar a un contingente de tropas en las condiciones políticas del momento para el gobierno inglés, presidido por la Primer Ministro Margaret Thatcher, debido principalmente a la recesión económica que afectaba a esa nación anglosajona y por añadidura, el Parlamento Inglés no le daría consentimiento. Esta era la carta jugada por la junta militar presidida por el General Galtieri en la espera que sus buenas relaciones con el gobierno estadounidense de Ronald Reagan, no le permitiera a los británicos, lanzar una contraofensiva, por lo que la campaña militar seria relativamente corta, y no habría la necesidad de combatir.

Sin embargo, y pese a sus malas apreciaciones, la dama de hierro, como se le apodaba internacionalmente, decidió enviar una fuerza expedicionaria apoyada indirectamente por los EE.UU, trayendo como consecuencia, que el gobierno argentino no tuvo otra opción que adelantar las operaciones militares de la manera mas rápida y sin la debida preparación, equipamiento, adiestramiento y recursos logísticos necesarios para emprender tamaña empresa, comprometiendo su fuerza militar contra otra excelentemente equipada, con modernos recursos armamentísticos y tecnológicos, que a la postre marcarían la diferencia militar, dando como resultado lograr la rendición de las fuerzas militares argentinas en las islas.

Es necesario entonces evaluar el marco de la planificación táctica y estratégica, en lo que respecta a los recursos y apoyos disponibles, para afrontar empresas bélicas que hacen que naciones comprometan incluso su propia sobrevivencia, para tomar decisiones políticas que en este caso histórico logro materializar la derrota de la junta militar argentina, frente a los británicos.

Esto nos hace recordar que: la logística, juega un papel preponderante en el planeamiento de las operaciones militares, donde es de vital importancia e ineludible cumplimiento, evaluar las ventajas y desventajas que presenta el escenario del conflicto, los adversarios y los resultados finales que estén directamente proporcionadas. Primero: el gasto invertido en la fuerza militar. Segundo: la ganancia prevista luego de la conflagración, si es que hay alguna. Tercero: el costo social de la empresa y sus dramáticas consecuencias entre otros.

Es lógico pensar entonces, de esto trata el arte de la guerra. Es definitivamente preponderante señalar, que la preparación de los cuadros militares, su entrenamiento y capacitación son fundamentales, si queremos tener éxito en el teatro de la guerra. La planificación logística presenta grandes retos que hay que estudiar y saber resolver. Evitemos seguir los malos ejemplos históricos que sobre esta materia abundan, como los cementerios y mausoleos que homenajean a los caídos en el campo del honor.
 
Preparar una campaña militar implica, comprometerse en primer lugar, con la revisión histórica de acontecimientos pasados que nos ilustrarán en lo sucesivo, para evitar caer en los huecos del olvido del mal planificador militar.

 

 

 

 

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